Cerca de las 6.10 horas de ayer vecinos de la calle Wilkinson del cerro Barón tuvieron un abrupto despertar a raíz de un fuerte estruendo que provino del supermercado Ekono ubicado en el sector.

Al asomarse algunos se percataron que un grupo aún no determinado de sujetos había destruido la cortina principal de acceso mediante un alunizaje para así ingresar al local y dirigirse hasta un cajero automático de BancoEstado.

Rápidamente sacaron un cilindro de gas de 5 kilos y con una manguera comenzaron a inyectar gas al interior del dispensador con el fin de hacerlo explotar y abrir las gavetas que contenían el dinero.

En cosa de segundos los delincuentes lograron su objetivo, pero no así la apertura de las gavetas, por lo que decidieron emprender la huida, no sin antes lanzar miguelitos en la vía.

A los pocos minutos llegaron al lugar dos furgones de la Tercera Comisaría de Carabineros del cerro Barón, pero la persecución no pudo concretarse debido a que los miguelitos reventaron los neumáticos de las unidades policiales.

Tras ello, personal del Labocar realizó fijaciones fotográficas y el levantamiento de evidencia con el fin de dar con los autores de ilícito.

El sargento segundo David Meneses Caroca, de dotación de la Tenencia de Carabineros del cerro Cordillera de Valparaíso, no trepidó ayer en hacer todo lo que estaba a su alcance para evitar que un sujeto, identificado como José Antonio López Ojeda, de 55 años, se lanzará al mar desde los roqueríos del sector "La Piedra Feliz", en Playa Ancha, debido a problemas sentimentales.

El suboficial y el personal a su cargo del cuadrante 3 llegaron hasta el lugar alrededor de las 11.15 horas, encontrando al individuo sobre una roca, a una altura de unos 5 metros, y en compañía de su esposa, quien trataba infructuosamente de convencerlo de que no atentara contra su vida.

A este diálogo se sumó el sargento Meneses, quien con calma y serenidad le advirtió que no lo iba a dejar solo y que si se lanzaba, él también lo haría para salvar su vida. No obstante ello, el sujeto se lanzó, pero fue rápidamente arrastrado a la orilla por el oleaje, momento que aprovechó el carabinero para acercarse a él y tomarlo de un brazo.

Luego, el personal policial le lanzó una cuerda, lo que permitió mantener a José López a salvo hasta el arribo de efectivos de la Capitanía de Puerto de Valparaíso, quienes mediante una moto de agua finalmente sacaron al hombre del peligroso sector, trasladándolo hasta el muelle Prat y de ahí hasta el hospital Van Buren.

La madre de un menor de 5 años que fue presuntamente abusado sexualmente por un adulto mayor en Forestal Alto, en Viña del Mar, escuchó ayer desconsolada el relato expuesto por la fiscal de turno, Paola Castiglione, en la formalización de E.T.G., de 65 años, quien es sindicado por el Ministerio Público como autor en grado de consumado de abuso sexual en contra del niño.

Los hechos ocurrieron cerca de las 15.30 horas del sábado en un domicilio de la calle Carlos Dittborn, a la altura del paradero 8 de Forestal Alto, y fue su progenitora quien denunció el caso a Carabineros, acusando que el menor había sido sacado de su casa por el sujeto, conocido como "Tito", quien es vecino y conocido de la familia.

"Ella salió en un momento determinado y al regresar, unos 10 minutos después, se da cuenta que no estaba ni el menor ni el vecino, por lo que se inicia una búsqueda y se logra encontrar al niño en las proximidades de la vía pública. Este dijo haber sido besado y tocado en sus partes íntimas. Se concurrió al domicilio del vecino y se procedió a la detención por abuso sexual porque él ratificó los dichos del menor", precisó el jefe de la Quinta Comisaría de Viña del Mar, mayor Felipe Neira.

La declaración del niño dada a conocer a sus familiares y a un médico, más el hallazgo de material pornográfico en el celular del imputado, fueron causas suficientes para que el Ministerio Público solicitara al Tribunal de Garantía la prisión preventiva.

Sin embargo, la defensa argumentó que no era válida la declaración de la madre por la falta del testimonio del menor, por lo que rechazó la aplicación de tal medida, solicitando otras debido a la irreprochable conducta anterior del imputado. Esto fue acogido por el tribunal que determinó la libertad del sujeto, pero ordenando la prohibición de acercarse a la víctima, más arresto domiciliario nocturno, cautelar que tendrá que cumplir en su casa que queda colindante a la del menor. La investigación fue fijada en 90 días.

La determinación causó indignación entre los familiares. De hecho, la madre rompió en llanto y uno de sus hermanos le gritó al imputado "¡por qué ahora mientes si lo confirmaste!".

Pablo Estay, abuelo del niño, recalcó que "yo a él lo conozco muchos años, trabaja en el Olivar, y nosotros cuidamos a su papá, lo alimentamos y tratamos de hacer lo posible por él y ahora pasa esto. La justicia es mala en Chile, cómo se puede determinar algo así. Esto es un calvario, vivimos cerca y lo veremos ahí mientras el dolor para todos está presente, por eso vamos a continuar el caso porque necesitamos justicia ".

Katherine Escalona