El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, suspendió ayer los diálogos de paz que su Gobierno celebra desde 2012 en Cuba con la guerrilla de las FARC hasta que se aclare la situación sobre el secuestro de un general del Ejército y otras dos personas, y ordenó a sus negociadores no viajar a La Habana.
"Se suspenden negociaciones de paz hasta que se aclare esta situación. Mañana (lunes) no viaja a Cuba el equipo negociador del Gobierno y se suspende el ciclo 32 de los diálogos", dijo Santos desde la sede del Ministerio de Defensa en Bogotá, en donde pasada la medianoche del domingo se reunió con el jefe de esa cartera, Juan Carlos Pinzón, y la cúpula militar.
Minutos antes, el Presidente había confirmado el secuestro del comandante de Tarea Conjunta Titán del Ejército, general Rubén Alzate, y responsabilizó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del hecho que ocurrió el domingo cuando el alto oficial viajaba por un río del departamento de Chocó (noroeste).
"Exigimos a los captores (que todo indica son las FARC) que lo liberen cuanto antes sano y salvo", escribió Santos en Twitter al explicar algunos detalles de la retención de Alzate, quien habría sido interceptado por guerrilleros cuando realizaba la verificación de un proyecto energético en la región fronteriza con Panamá.
Asimismo, el Mandatario dijo haberle dado "instrucciones al ministro de Defensa (Juan Carlos Pinzón) para que se traslade al Chocó y personalmente asuma la investigación sobre el secuestro del general".
Junto con el oficial fueron secuestrados el cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de proyectos especiales del Ejército para el Chocó, con quienes abordó una lancha para desplazarse por el río Atrato, sin llevar a su escolta personal a una zona de fuerte presencia guerrillera, según confirmó el ministro Pinzón.
Por ello, el Jefe de Estado cuestionó la forma en que Alzate "rompió todos los protocolos de seguridad y estaba de civil en zona roja", y pidió a las Fuerzas Militares intensificar la búsqueda del comandante.
Alzate es el militar de más alto grado que cae en manos de las FARC en medio siglo de conflicto armado.
La semana pasada se reportó un hecho similar después de que dos uniformados fueran reportados como desaparecidos tras un enfrentamiento con las FARC en el departamento de Arauca (noreste), limítrofe con Venezuela.
Días después, la guerrilla confirmó en un comunicado la "retención en combate" de los militares y afirmó que "los uniformados fueron hechos prisioneros tras haber sido reducidos en combate abierto".
Las delegaciones del Gobierno y las FARC han llegado a acuerdos preliminares en tres de los cinco puntos de la agenda pactada referentes al desarrollo agrario integral, la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen y la lucha contra el narcotráfico.
En la actualidad las partes discuten el punto sobre las víctimas y su reparación, y esta semana estaba previsto que reanudasen un nuevo ciclo de conversaciones.
Esta sería la segunda vez en la que las conversaciones son interrumpidas, después de que en agosto de 2013 ambos equipos suspendieran por un par de días el proceso a causa de la molestia que causó a las FARC un proyecto del Gobierno que busca refrendar los documentos que se firmen en La Habana.
En su primera reacción a la decisión del Gobierno, las FARC señalaron en una editorial publicada en una web que el general Alzate se entregó a "un supuesto comando" guerrillero y afirmaron que existe un boicot para acabar con el proceso de paz. "La sospechosa y poco clara entrega del 'chacho' de la guerra contrainsurgente imperial en Colombia (Alzate), ha llevado al presidente Santos a suspender las conversaciones", dice la publicación. "Una vez más el anhelo de paz de los colombianos (...) se ve frustrado", agrega.
Mabel González / Agencias