Cada vez sorprende menos que la economía nacional dé pruebas de su deficiente desempeño, esta vez el Banco Central indica que la economía chilena creció solo un 0,8% durante el tercer trimestre, bajo lo esperado. Por su parte, el INACER fue -0,8% para el trimestre julio-septiembre acumulando un -1,4% en el año para nuestra región.

El escenario se complejiza en un contexto de elevado IPC, ya que se genera controversias en torno a la decisión del BC y de su política monetaria: reducir la TPM en la medida que se asuma que la inflación está controlada pese al último IPC, aumentar la TPM si se considera que se está generando un escenario de alzas de precios, o bien mantenerla si se asume un término intermedio, prudencia o desconcierto.

La autoridad gubernamental indicará una vez más que este momento es el punto de inflexión, que ya parece "semestre de inflexión"; o bien, que la desaceleración se debe a causas externas, razones que se conocían cuando los pronósticos apuntaban a un crecimiento 2014 de un 4%, y no de 1,8% como el vaticinio actual más consensuado.

Perú responde a su desaceleración con un plan pro crecimiento que incorpora la reducción de impuestos, mientras que nosotros no somos capaces de generar un clima de confianza a través de una agenda pro crecimiento, en medio de una reforma tributaria que recaudará cerca de 4.000 millones de dólares menos, debido a su efecto en la economía.

Indudablemente Chile requiere varias reformas, entre ellas la tributaria y la educacional, pero no de la forma en que éstas se han estado llevando a cabo. Chile está funcionando bajo el sistema de "prueba y error": se legisla a favor del voto voluntario, y al cabo de un par de elecciones se quiere volver al sistema antiguo. A partir de aquello, ¿no será prudente cuantificar las consecuencias de las reformas actualmente en curso? ¿Están siendo responsables con el país y con sus personas? Nuestro país está viviendo una gran encrucijada: regresar a su senda de crecimiento y liderazgo fortalecido tras reformas serias y pujantes, o bien, caer en la mediocridad.

El último Indicador de Actividad Económica Industrial (INACER) reveló que la Región de Valparaíso no creció en el tercer trimestre del año. Al contrario, cayó un 0,8% sumando en lo que va de 2014 una baja de 1,4% a la espera del denominado punto de inflexión que revierta una tendencia reflejada, además, en el empleo que alcanza ribetes preocupantes en algunas comunas como la capital regional donde se supera la barrera de los dos dígitos.

Una realidad que va en línea con la percepción que tiene la industria de la zona respecto a la desaceleración que afecta a la economía nacional y de la cual la región no escapa como confirman los índices del sector.

Un análisis elaborado por el departamento de estudios de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva) da cuenta de la percepción de los empresarios respecto a un periodo complicado marcado por la caída de la actividad productiva.

RESULTADOS

En el documento se evidencia que el 62% de los socios ha tenido peores o iguales ingresos este año 2014 en relación al año anterior. Este porcentaje aumenta al 82,9% respecto a que la realidad ha sido peor o igual a las proyecciones de crecimiento que las empresas tenían para el año en curso.

Finalmente, en relación a las expectativas para el año venidero, se revela que solo el 42,9% del empresariado local prevé un 2015 mejor en materia económica. Un 34,3% considera que tendrá el mismo comportamiento que este 2014, y un 22,9% cree que será un peor año, debido a la incertidumbre producida por las reformas impulsadas por el Gobierno, la falta de inversión y proyectos.

"La mayoría han sido empresas de tamaño menor y eso es preocupante y particularmente en nuestra zona que es una de las más expuestas a los vaivenes económicos", opina el presidente de Asiva, José Gil Ramírez, quien destaca la falta de crecimiento que ha mostrado la industria en los últimos meses.

"En la región hay muchas empresas medianas y pequeñas que se han visto afectadas por estos resultados que son o más malos que el año pasado o iguales, pero no ha habido crecimiento. Esa es una realidad y hay que asumirla", agregó el personero.

expectativas frustradas

Otro de los puntos que destaca el titular del gremio industrial de la zona es que una gran parte de sus asociados no cumplió con las proyecciones de crecimiento planificadas para el 2014 lo que -apunta- es grave por las consecuencias que conlleva para la productividad.

"Hay un porcentaje importante de empresarios que han dicho que no van a llegar a las metas que se habían proyectado. Existe más de un 82% de asociados que no han cumplido sus expectativas de crecimiento y eso también afecta porque uno espera siempre que exista crecimiento. Cuando una empresa hace sus planes de inversión espera que ellos se vayan financiando con un mayor crecimiento", enfatizó Gil Ramírez.

En esa línea subraya que los efectos de este panorama golpean con más fuerza en una región que tradicionalmente ha estado marcada por la problemática del desempleo, aspecto que se resiente todavía más cuando los niveles de proyección decaen.

"El hecho que no se cumplan las expectativas que uno se ha puesto también trae dificultades y definitivamente va frenando. Aquí en nuestra región efectivamente esto se siente más porque no tenemos la fortaleza de la Región Metropolitana...tenemos menos industrias y empresas. Debido a eso vemos que la actividad se ha ido paralizando y que en la comuna de Valparaíso ya superamos por ejemplo los dos dígitos de desempleo", comentó el líder gremial.

PROYECCIONES 2015

En cuanto a los lineamientos para el 2015, donde de acuerdo a la análisis solo el 42,9% de los asociados considera que será mejor que el año en curso no se sorprende aunque puntualiza que espera que esa percepción se vaya modificando en razón a la mejora en los indicadores.

"Ese es un tema que ojalá se revierta porque efectivamente más del 50% de las empresa encuestadas esperan que el próximo año sea muy parecido a este o igual y la verdad que nosotros hubiéramos querido que la percepción apuntara hacia arriba. Ojalá que estemos equivocados y que mejore la situación para el próximo año", concluyó Gil Ramírez, que tiene la expectativa de que las medidas para la reactivación tengan un pronto efecto en la actividada productiva de la región.

Respecto a las causas de esta situación, el presidente de Asiva señala que es producto "de los factores externos agravados por los internos y eso se ha visto reflejado en estos magros resultados". José Gil espera que pronto llegue el repunte. "Nosotros como Asociación definitivamente esperamos llegar luego al punto de inflexión, nos debemos al crecimiento del país, que haya más trabajo y bienestar de la población porque si eso sucede a nosotros como empresas también nos va mejor", recalcó.

"Cuando una empresa hace sus planes de inversión espera que ellos se vayan financiando con un mayor crecimiento"

José Gil Ramírez Presidente de Asiva

Claudio Ramírez

136

socios agrupa en la actualidad la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva).

82,9%

de las empresas señala que la realidad ha sido igual o peor a las proyecciones realizadas para 2014.

42,9%

espera que el próximo año sea mejor en materia económica que lo transcurrido de 2014.

62%

de los asociados apunta que este año ha tenido igual o peores ingresos que el 2013.