Equidad territorial
Si bien durante los últimos 20 años se ha generado un desarrollo económico relevante para el país, la forma en que se han construido nuestras ciudades en la Quinta Región ha develado algunas problemáticas que preocupan a la ciudadanía. Sin necesariamente jerarquizarlas, pareciera que la de mayor impacto ha sido la sentida inequidad urbana en la provisión de espacios públicos cercanos donde viven las personas. Un ejemplo cotidiano se aprecia en las plazas; las del centro son mejores que en la periferia, lugar donde viven generalmente los más vulnerables.
La diferencia entre las plazas de la periferia y las del centro es que estas últimas cuentan con pavimentos, mobiliario urbano, luminarias y juegos. Mientras, algunas plazas de la periferia no cuentan del todo con este estándar o calidad; con el tiempo se transforman en sitios eriazos y microbasurales, lugares inseguros. El Minvu busca revertir este deterioro para recuperar espacios para la vida normal de las personas, fomentando la posibilidad de encontrarse, dialogar y hacer comunidad.
No es casual la senda del Minvu. La equidad territorial fue parte fundamental de la apuesta por las ciudades justas y amables que la Presidenta Michelle Bachelet desarrolló durante su primer mandato; y hoy, en su segundo periodo presidencial, ha dado un reimpulso en el eje de la integración social con el fin de generar mejoras en el espacio público, anhelo de nuestra sociedad democrática. Para lograrlo el programa de Espacios Públicos del Minvu está desarrollando una importante inversión en el territorio regional, con énfasis en diseños participativos para integrar los valores de la ocupación cultural de nuestras plazas, de calidad, ya sean del centro o de la periferia, sin distinción.
Ejemplos claves son la plaza Población Dinamarca, en Villa Alemana, donde comenzaron las obras de ejecución; y también la plaza El Retiro, de Quilpué, donde hicimos un recorrido hace unos días con la comunidad y sus autoridades provinciales y comunales, constatando el cambio que significará para la calidad de vida de los vecinos del sector estas obras. La inversión en ambos espacios públicos asciende a más de 900 millones de pesos.
El desafío que se plantea requiere de la activa participación de las comunidades para construir en conjunto espacios públicos honestos para las personas, es decir, lugares que nacen desde las necesidades y que materialicen sus sueños, acercando cada vez más la institucionalidad a la ciudadanía.
En consecuencia, para el Minvu marcará su sello en la labor de recoger y liderar procesos de transformación urbana, que permitan contribuir a la equidad territorial, igualdad e integración social como pilares fundamentales de lo que nuestras ciudades buscan para sus habitantes.