Natalia Berbelagua reedita su libro 'Valporno' con tres nuevos relatos
Literatura. Ante el éxito de su primera obra decidió hacer una nueva versión, mientras trabaja en proyectos futuros.
Emergencia Narrativa
Corría diciembre de 2011 cuando la porteña Natalia Berbelagua entraba de lleno al mundo de las letras con su primer libro: 'Valporno', el cual reunía una serie de relatos eróticos alejados de cualquier cliché o convencionalismo. Rápidamente, la obra se convirtió en un secreto a voces y en pocos meses consolidó a la autora como una de las promisorias voces dentro de la nueva narrativa chilena, como se comprobó con su segundo libro 'La bella muerta'.
Pero el éxito de su primera incursión editorial la perseguía. 'Hemos tenido que reimprimir 'Valporno' varias veces, se agota fácil. Ha circulado bastante de mano en mano también', cuenta y esa fue una de las razones por la que decidió reeditarlo, ya que 'podría haberlo dejado tal cual, pero pensé que era necesario darle un pequeño giro a ese trabajo'.
Esta nueva entrega, del sello Emergencia Narrativa, fue presentada a principios del mes pasado, y contiene tanto los relatos originales, como 'La comunidad del azote' -que retrata en clave de comedia negra las prácticas de un club de mujeres que azota por placer a voluntarios- o 'Las perversiones dominicales', acerca de la lasciva pasión de una chica por un transeúnte; y nuevos cuentos: 'Postales de Valporno', 'Laboratorio' y 'Los diez amantes'.
El primero 'son imágenes verídicas y completamente absurdas en Valparaíso y de madrugada', dice; mientras que 'Laboratorio' es la historia de un tecnólogo médico para el cual su único escape a la rutina es el sexo. El último, en tanto, es un 'recuento de la protagonista de diez tipos diversos con los cuales tiene una relación sexual donde media el amor pero también el ridículo'.
'Al leer este nuevo 'Valporno' diría que tiene más carácter, que amplía y reafirma el trabajo anterior y que con el nuevo orden de los cuentos el viaje literario es más sólido', comenta.
-¿Cómo evalúas los tres años de 'Valporno'?
-La primera edición me tuvo con mucha ansiedad porque fue un libro que yo esperé hacer por mucho tiempo. 'Valporno' me abrió muchas puertas, me hizo convertirme en una escritora. Ha sido un viaje interesante, divertido. Antes de publicarse tuvo prensa en medios internacionales por el gran espaldarazo de (Nicanor) Parra, luego vinieron las críticas, los comentarios, las anécdotas. Vino la discusión de qué es lo porno, me tuve que cuestionar yo también si quería encasillarme en un género donde opera muy fuertemente el prejuicio.
Berbelagua entiende que escribir un libro erótico en Chile podría significar, a la postre, 'pasar a ser parte de un grupo de freaks', ya que para las sociedad 'no hay diferencia entre las actrices porno, los que practican suspensión corporal y un club de sadomasoquistas. Pasas a ser parte del mismo grupo'. Es más reconoce que en su momento se le señaló como 'la escritora azotadora', 'aunque yo sólo haya escrito un cuento que se llama 'La comunidad del azote' y no tenga nada que ver con el bondage'.
Fue en ese momento que comenzó su necesidad de abrirse a nuevos mundos, de explorar otros temas, pero 'Valporno' seguía apareciendo.
'Quise dejarlo descansar pero aparecían lectores nuevos y obsesivos, después asaltaron una librería y se los robaron todos, fue censurado, se lo han devuelto a los libreros por obsceno', recuerda, y añade: 'Ahora último sé que se está estudiando, me han escrito algunos tesistas para incluirlo en su memoria'.
Desde esta perspectiva considera que el libro 'es un objeto raro para la literatura chilena, creo que ahí radica su valor, y me hace pensar que tiene todo para envejecer bien. Algún día voy a ser la abuela que escribió 'Valporno'. Eso sí que será increíble'.
A pesar de su deseo de dejar descansar la obra, 'Valporno' y 'La bella muerte' comparten el que aborda el erotismo y la muerte. ¿Seguirán presentes estos temas en sus próximos proyectos? 'Ya no siento que tenga que hablar de temas, como si alguien me hubiese dicho que tenía que hacerlo. No me interesa seguir hablando de los tabú o plantear discusiones en la mesa. Quiero dejar a mis muertos descansar en paz, ya no quiero hablar de mi madre, no quiero seguir inventándome recuerdos', responde.
Y agrega: 'En la narrativa ya se ha vuelto una comodidad hablar sobre los niños de los ochenta y de los noventa, yo quiero salir de ahí. La creación exige la destrucción y la reinvención. Ya está apareciendo una nueva voz narrativa en lo que estoy haciendo y eso me tiene muy motivada'.
Adelanta que se encuentra trabajando en tres proyectos de forma paralela. 'Son tres novelas de distintas extensiones y con ellas pretendo cerrar un ciclo', sostiene, y finaliza: 'Este 2015 algunos de esos proyectos verán la luz y esa ya es razón suficiente para sentirme feliz'.
'Ya está apareciendo una nueva voz narrativa en lo que estoy haciendo y eso me tiene muy motivada'