La mejora de las condiciones meteorológicas y un mar más calmado facilitaron ayer la labor de los equipos de rescate del vuelo de AirAsia accidentado el pasado domingo con 162 personas a bordo. Hasta ahora se han recuperado 30 cuerpos y se logró detectar lo que podría ser la cola del aparato.
Según informó el director de las fuerzas de rescate, Bambang Sulistyo, al menos 20 cuerpos fueron sacados de las aguas del mar de Java, frente a la isla de Borneo, con lo que asciende a 30 el número de cadáveres recuperados.
Los restos mortales se trasladaron a Surabaya, lugar de partida del avión, para su identificación. La primera víctima identificada ya fue entregada a sus familiares y enterrada el jueves pasado. Otras tres fueron identificadas ayer, incluyendo una asistente de vuelo de 22 años y un estudiante.
Los cuerpos fueron entregados a sus familias en una ceremonia en Surabaya y el presidente de AirAsia, Tony Fernandes, dijo que acompañará a la asistente de vuelo en su último viaje a su ciudad, Palembang. "No puedo expresar cómo me siento, me faltan las palabras", escribió Fernandes en su cuenta de Twitter.
recuperan cola de avión
Durante la búsqueda realizada ayer, un barco de la Marina indonesia encontró algunas partes de la nave. "Hemos detectado la cola del avión utilizando un sónar de barrido lateral", dijo el coronel Yayan Sofyan en declaraciones a la televisión Metro TV, citado por DPA.
El oficial también señaló que el objeto se encuentra en el fondo del mar, a una profundidad de 29 metros.
El vuelo QZ8501 con 162 personas a bordo cayó al mar cuando viajaba de Surabaya, en Indonesia, a Singapur el pasado domingo. De las 162 personas a bordo, 155 eran indonesios y el resto tres surcoreanos, un singapurense, un malasio, un francés y un británico.
El piloto llamó a la torre de control en Indonesia cuando sobrevolaba el mar de Java al sur de Borneo y solicitó permiso para virar a la izquierda y subir desde los 32 mil pies de altitud (9,76 kilómetros) hasta los 38 mil (11,59 kilómetros) para eludir una tormenta.
La torre de control aprobó el viraje en ese momento pero, cuando unos minutos después llamó al piloto para aprobar un ascenso solo hasta los 34 mil pies, ya no pudo establecer contacto.
De acuerdo a Bambang, equipos con tecnología sónar y detectores recorren un área ampliada de aproximadamente 5.400 kilómetros cuadrados.
"Estamos priorizando encontrar el casco principal del avión y localizar las cajas negras", informó Sulitsyo previamente. Las tareas de rescate no estuvieron exentas de dificultades debido al mal tiempo en la zona.
Al menos tres barcos indonesios se encuentran en el área, así como otros de Singapur y Estados Unidos. Un grupo de buceadores de la Marina indonesia también participan en la búsqueda. Se espera que las cajas negras arrojen luz sobre el accidente.