La obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud. Esta se mide por el Índice de Masa Corporal (IMC), el que se obtiene de la fórmula: peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2). La Organización Mundial de la Salud (OMS) define sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como uno igual o superior a 30.
Esta problemática está dada por el desequilibrio entre calorías ingeridas y las gastadas. La ausencia de actividad física genera también un desequilibrio energético que desemboca en el aumento de peso.
Un informe reciente emanado de la OMS concluyó que la obesidad alcanzó proporciones epidémicas a nivel mundial, estimando que cada año mueren al menos 2,6 millones de personas a causa de esta patología.
Lo que es peor para Chile, es que la investigación descartó la antigua teoría que aseguraba que éste era un problema exclusivo de países de altos ingresos y agregó que actualmente también acosa a naciones pobres o en vías de desarrollo, como la nuestra. Obviamente, no necesitamos de este estudio, que es muy valioso, para darnos cuenta que nuestra sociedad está viviendo hace años esta problemática, lo que resulta preocupante.
De hecho, en Chile ya es la sexta causa de muerte. Cuatro millones de chilenos mayores de 15 años presentan obesidad. Lo más preocupante es que existen muchas enfermedades asociadas a ella, tales como el alto incremento de riesgo cardiovascular, que incluye infarto cardíaco, arterioesclerosis, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, enfermedades metabólicas como diabetes y trastornos psicológicos como depresión, entre otras.
En este contexto, toda la sociedad debe actuar ya: las familias, tomando conciencia y generando pautas de alimentación saludable para todos sus integrantes; el Gobierno y los parlamentarios, creando leyes y campañas que protejan a los chilenos; y los privados, que mucho tenemos que decir en esto, ofreciendo alternativas que ayuden a la población a combatir este problema.
Por ello, el Hospital Clínico Viña del Mar inauguró el Centro de Obesidad y Cirugía Metabólica, lugar en el que los pacientes se someten a un programa integral de atención personalizada, a cargo de un médico tratante, nutricionista, psicólogo y kinesióloga, quienes entregan herramientas efectivas para lograr la baja de peso, logrando un cambio en sus vidas sin cirugía y, para casos más complejos, con Cirugía Bariátrica: Bypass gástrico vía Laparóscopica, y Gastectomía en Manga Laparoscópica.
Esperamos que este esfuerzo, junto al de muchas otras instituciones ayude a miles de chilenos a tener una mejor vida, lejos de esta epidemia.