La actual campaña de Everton en Primera B ha sido de trámite irregular desde el inicio del torneo, y una de sus principales razones tiene que ver con el pésimo rendimiento que ha obtenido cada vez que debe jugar en condición de visitante, convirtiéndose en un auténtico dolor de cabeza para los viñamarinos.
A mediados del 2014, los dirigentes del cuadro oro y cielo apuntaron a Luis Marcoleta como el hombre encargado de asumir el desafío de tomar a una escuadra que, por su historia y calidad de su plantel, tenía la obligación de ser campeón de un certamen que esta temporada brinda sólo un cupo para retornar a la División de Honor.
El técnico llegaba con las credenciales de ser un denominado especialista si de ascensos se trata, esto considerando los logros que obtuvo con Ñublense, Curicó y San Marcos de Arica tras sellar su arribo a la máxima categoría.
Sin embargo, el antofagastino fue despedido de su cargo por lo que los dirigentes evertonianos calificaron como "malos resultados", alcanzando 17 puntos en 12 jornadas, a 8 unidades del líder San Luis.
La decisión fue que Carlos Medina asumiera el cargo de entrenador. Con 22 puntos bajo la manga, el adiestrador ha podido conseguir triunfos que hoy sitúan a Everton en la tercera posición de la tabla general con 39 puntos, aún sin encontrar el camino de la regularidad que les permita consolidarse como candidatos al título.
LOS PROBLEMAS
La explicación al complejo momento por el cual está atravesando el conjunto evertoniano, que se encuentra a 12 puntos del líder San Luis, guarda relación con la paupérrima campaña que han venido desempeñando los viñamarinos cada vez que deben disputar un encuentro como visitantes, donde han podido conseguir dos triunfos y 7 derrotas en 13 partidos como forasteros a lo largo de la campaña: Una cifra preocupante para un club que aspira a coronarse campeón en este certamen.
El balance es negativo para Luis Marcoleta, como también para Carlos Medina. Los números así lo avalan: el primero, porque en el corto tiempo que estuvo en la Quinta Región nunca dio con la receta para que el equipo se afianzara en canchas rivales, donde pudo capitalizar una sola victoria, dos empates y tres derrotas. Por su parte, Medina parece correr el mismo destino, ya que en 7 encuentros, sólo en uno se llevó lo que en ese entonces fueron los 3 puntos más valiosos en lo que va de torneo, tras derrotar a los quillotanos en el Lucio Fariña, aunque dos fechas más tarde, los fantasmas volvieron una vez más para apoderarse de un plantel que sufrió un duro revés en el Valle del Aconcagua a manos de Unión San Felipe.
Lo que resta del camino es duro. El ascenso parece estar lejos, pero la ilusión está, aunque para ello la clave es seguir ganando en casa y mejorar de manera urgente los números de visita.
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puntos de 36 posibles ha sumado Everton de visitante bajo el mando de Marcoleta y Medina.