Delincuencia en temporada turística
En la temporada estival es predecible un aumento de la delincuencia en los lugares de mayor afluencia de visitantes. Por ello las autoridades toman diversas medidas reforzando las dotaciones policiales y estableciendo los puntos de mayor peligro.
Dentro de esta realidad la delincuencia actúa donde pueda lograr mayores beneficios con menores riesgos y de preferencia ataca a visitantes desprevenidos en puntos de escasa o nula vigilancia.
Según denuncias de transportistas, un punto donde se registran estos ataques es el entorno del terminal de pasajeros de los cruceros turísticos que recalan en el puerto. Señalan que a la salida de las instalaciones de VTP, Valparaíso Terminal de Pasajeros, en el sector Barón actúan delincuentes simulando ser público e incluso taxistas. Por otra parte, elegidas las víctimas, éstas son perseguidas y atacadas en algún punto de sus recorridos.
Esta situación daña a la actividad turística y en particular a Valparaíso como destino de los cruceros. Frente a esto es necesario reforzar la vigilancia tanto en el punto de ingreso y salida de esos visitantes como en los lugares de mayor interés de la ciudad, algunos de compleja topografía que favorecen la acción delictual.
En este sentido la tarea policial debe ser especialmente versátil, adecuando el movimiento de sus efectivos a los cambiantes, audaces y hasta creativos procedimientos de los delincuentes. Es cierto que los medios y el personal de Carabineros e Investigaciones suelen ser limitados, pero esos mismos medios se pueden multiplicar con estrategias para el trabajo en terreno.
Y en materia de protección también tienen responsabilidades los visitantes y los operadores del rubro que deben advertirles de posibles riesgos, práctica habitual en los principales destinos turísticos del mundo.
Los casos señalados son manifestación de un problema propio de la temporada y sobre el cual hay que mantener permanente atención en el marco de la seguridad que se debe otorgar a residentes y visitantes.
Finalmente, ante la ocurrencia de delitos y detención de sus autores, cabe un rol importante a los tribunales de justicia: deben asumir que el hecho sancionado, junto con dañar a una persona y a su patrimonio, también está afectando a una actividad como es el turismo, de importantes alcances económicos y sociales.