Ucrania denunció que Rusia incrementó presencia militar en el este ucraniano, controlado por los separatistas prorrusos, con el envío de armamento pesado y efectivos.
"En particular, más de 20 tanques, 10 cañones autopropulsados y unos 15 camiones entraron en dirección a Novoazovsk (ciudad bajo control rebelde en el sur de la región de Donetsk)", dijo ayer en una conferencia de prensa Andréi Lisenko, vocero del mando de la fuerzas ucranianas desplegadas en la zona del conflicto.
Rusia no respondió de inmediato la acusación, que de resultar cierta terminaría por hundir la frágil tregua que entró en vigor el domingo. De hecho, en Ucrania crece el temor de que los rebeldes intenten atacar Mariupol, puerto en manos del Gobierno, ubicado en el Mar de Azov, entre la Rusia continental y la península de Crimea, anexionada por Rusia, que ahora no tienen conexión directa. Kiev acusó también que a través del paso fronterizo de Izvárino entraron en dirección a Lugansk, uno de los bastiones de los prorrusos, una veintena de camiones con pertrechos y combustible.
Por el contrario, los separatistas prorrusos dieron por terminadas las acciones militares en el este de Ucrania y afirmaron que retiraron armamento pesado junto a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Ayer se congregó en Kiev una multitud para conmemorar el primer aniversario del levantamiento que depuso al Presidente Yanukovich.