El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, se refirió a las críticas por la asunción de Juan Barros como obispo de Osorno, por su polémica relación con el sacerdote Fernando Karadima, y dijo que las consecuencias de este caso "no están cerradas". Indicó que los documentos de la Conferencia Episcopal han sido bastante claros respecto de que las víctimas siempre han de tener una primera consideración". A su juicio, "lamentablemente la actitud de algunos en la Iglesia sigue siendo desacreditar a las víctimas y negarlas.