Con tecnología de punta buscan impulsar centro de innovación y desarrollo en Quillota
polo. Una de las primeras tareas y que representa una de las bases del proyecto, es la construcción de un horno de fusión usando campos magnéticos, estructura inédita en el país.
raúl goycoolea
emv
La ciudad de Quillota es sede de uno de los proyectos más ambiciosos que se pretende albergar en la zona. Se trata de un Business Innovation Center (BIC) que tendrá como uno de sus ejes el desarrollo de la denominada tecnología de fusión que comienza a dar sus primeros pasos en el país y que promete convertir a la Quinta Región en un referente mundial en el área.
'Hemos decidido crear esta nueva sociedad para incentivar el interés de los industriales de la región y acercarlos en el conocimiento de esta tecnología que va a potenciar el desarrollo industrial de la región y el país también', comenta el presidente de TFSA (Tecnología Fusión SA), Carlos Lanza, agregando que la idea viene gestándose desde el año 2007, pero que ya desde hace cinco meses está dando pasos más concretos.
Uno de ellos fue traer al país al ingeniero italiano Bruno Gasperetti, a quien Lanza considera el alma mater o director tecnológico del proyecto, recordando su participación en importantes proyectos en las universidades y laboratorios más importantes del mundo, incluyendo colaboraciones con el Premio Nobel de Física, Carlo Rubbia.
'Este proyecto estaba pensado en el interior de cada una de nuestras mentes desde que hay relaciones de confianza. A partir del 2007 empezó a crearse la expectativa de traer al país la experiencia del doctor Gasperetti, que es la primera fase de una realización concreta que vamos a llevar adelante', advierte Lanza.
El científico italiano plantea los objetivos de este plan, enfatizando que 'dará la posibilidad a gente joven de empezar con una empresa. Es un polo tecnológico en el cual se podrán concretar las ideas, eso es lo principal'.
Gasperetti agrega que además existe la posibilidad de entregar a los estudiantes la opción de incrementar el desarrollo de la tecnología minera. 'Hasta ahora muchas empresas tecnológicas no son de Chile y esto no es muy bueno'.
'Conozco centros en Europa que trabajan bien, en Alemania, Italia e Inglaterra, todos han creado muchos puestos de trabajo de alta tecnología, nosotros tenemos que tener competencia con el mundo y debemos hacer un producto al cual hay que darle un valor agregado', insiste el profesional europeo.
Los impulsores consideran que Quillota es una zona ideal porque existe conectividad con las industrias mineras de importancia y las de supporters. 'Son muchos los canales que uno puede desarrollar. Estamos en la fase de estudio de la factibilidad mejor para proyectarnos en el tiempo', señalan.
Una de los primeras tareas y que representa una de las bases del proyecto es la construcción de un horno de fusión usando campos magnéticos, campo en que Gasperetti es un especialista.
'Son innumerables las ventajas competitivos del funcionamiento de este horno respecto al convencional que está en la industria nacional', comenta el gerente de administración de Industrial Limache, Teodoro Storm, otros de los impulsores del plan.
La principal característica del horno es que no contamina con CO2, pues por campo magnético se depura el metal en fundición, la factibilidad de apagar y encender el horno aun con el material enfriándose y además permite un importante ahorro de energía
'Evita los riesgos en la operación del vuelco de los hornos tradicionales, este no lo necesita, tampoco requiere una mantención casi de dos años para limpiar el refractario cerámico, la velocidad de fusión del metal es cinco veces menor, calienta el metal como un gran microondas', explica Lanza, añadiendo que todas estas son ventajas que la industria nacional estaría dispuesta a evaluar para generar el soporte intelectual que se necesita antes de invertir.
'Tenemos la ventaja que es algo que se ha realizado y es factible comenzar con este tipo de tecnología', dice, recordando que existen tres hornos de esta clase conocidos en el mundo: uno en Italia, dos en Corea y los otros son militares.
'La idea es en torno a esta tecnología comenzar a desarrollar un polo', precisa el presidente de TFSA.
'No es que estemos desarrollando el polo tecnológico en torno al horno de fusión, sino que ese va a ser el primer paso para demostrar que con el campo magnético se pueden realizar muchas otras cosas como, por ejemplo, el nanoparticulado de algunos materiales que servirían, por ejemplo, para la industria de las telecomunicaciones', destaca el profesional.
En un plazo que va entre 6 y 8 meses se pretende tener un primer modelo demostrativo de que la tecnología funciona fundiendo materiales como cobre y aleaciones especiales. 'Estamos en conversaciones para acceder al proyecto de horno experimental para realizar pruebas y otro planificado para un propósito específico que puede ser sacar de la escoria del cobre el metal rojo, y para eso se necesita el apoyo logístico y económico', cierra Carlos Lanza.