El Presidente de EE.UU., Barack Obama, asistirá esta semana a su tercera y última Cumbre de las Américas con la meta de mostrar que sus políticas representan un legado para la comunidad hemisférica, según dijo ayer la Casa Blanca.
Ricardo Zúñiga, asesor presidencial de EE.UU. para temas hemisféricos, destacó entre esas políticas la apertura hacia Cuba, la adopción de acciones ejecutivas para amparar a millones de inmigrantes sin documentación, la designación de un enviado especial para las negociaciones de paz en Colombia y la solicitud al Congreso de US$ 1.000 millones para el fortalecimiento institucional en América Central.
"Queremos presentar el legado del Presidente Obama en las Américas como un líder interesado en el diálogo y en la formulación de iniciativas que mejoran la vida de los latinoamericanos", señaló Zúñiga durante una conferencia telefónica.
El funcionario aseguró que Obama podrá manejar con calma cualquier situación que se presente durante la cumbre, al ser consultado sobre la intención del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, de llevarle millones de firmas solicitando la derogación de las sanciones que Washington impuso en marzo a siete funcionarios venezolanos acusados de violar los derechos humanos.
"La cumbre debe ser un momento para tener un intercambio civilizado con todos los líderes. No tenemos preocupación de hablar con cualquier participante, pero todos deberíamos pensar que debe ser un evento correcto, donde podemos tener un intercambio como debe ser", indicó.
Respecto de Venezuela, la Casa Blanca bajó el tono ante un posible encuentro entre Obama y Maduro al señalar que el país sudamericano "no es una amenaza" para la seguridad de Washington.
"EE.UU. no cree que Venezuela representa alguna amenaza a nuestra seguridad nacional. Honestamente, tenemos un formato con el que elaboramos nuestras órdenes ejecutivas", sostuvo Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad de Obama, en referencia a las sanciones impuestas a Caracas.
Durante la cumbre, un grupo de 23 ex gobernantes iberoamericanos entregará al secretario general saliente de la OEA, José Miguel Insulza, una carta manifestando su preocupación por la situación de los presos políticos en Venezuela.
La Cumbre de las Américas, que se realizará entre este viernes y sábado, reunirá por primera vez a todos los países de América Latina, incluido Cuba. Está previsto que la cita sea escenario de alguna interacción entre Obama y el Mandatario cubano, Raúl Castro, después del anuncio en diciembre pasado del lanzamiento de las negociaciones para normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La vocera del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo que el jefe diplomático podría reunirse con su homólogo cubano durante el encuentro. "Esperamos que pueda producirse (una reunión) en la Cumbre de las Américas. La agenda no está del todo confirmada", sostuvo la portavoz Marie Harf.
Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad de Obama, informó ayer que la revisión del Departamento de Estado de EE.UU. sobre la situación de Cuba en la lista de países a los que Washington considera patrocinadores del terrorismo está en su etapa final y "próxima a concluir". Rhodes explicó también que no ve probable un anuncio sobre la reapertura de embajadas en Washington y La Habana antes de la Cumbre de las Américas, que comienza este viernes.