La emergencia de los campamentos
El 2014 en Chile es, para muchos, un año para el olvido. La seguidilla de catástrofes naturales que hemos vivido ha expuesto la fragilidad que tiene nuestro territorio. Nuestra capacidad de reacción aún no es la óptima y en toda catástrofe existe el mismo denominador común: las familias más vulnerables siempre son las que más sufren.
En abril del año pasado todas las miradas estuvieron puestas en Valparaíso: el fuego fue el invitado de piedra, arrasando con todo a su paso y transformando a la Ciudad Puerto en un verdadero infierno para familias que en minutos vieron todo el esfuerzo de sus vidas reducidos a cenizas. Un total de 2.837 viviendas afectadas, 15 fallecidos y 8.500 damnificados fueron algunas de las cifras que reflejaron la magnitud de la tragedia.
Como TECHO-Chile, desde el primer día nos movilizamos para abordar en conjunto con los dirigentes las principales urgencias de las familias de los campamentos con los que trabajamos. Si bien trabajamos en campamentos, muchos barrios fueron afectados y vieron en TECHO-Chile un aliado a la hora de resolver las problemáticas de emergencia que fueron apareciendo con el correr de los días.
Es que la emergencia es permanente y el estado de alerta constante: hace solo algunas semanas el sector de Forestal fue afectado por un enorme incendio que estuvo a metros de alcanzar al campamento Felipe Camiroaga, compuesto por casi mil familias.
Hoy, solo el 14% de las familias afectadas tienen una solución concreta de vivienda. El plan inicial entregado en agosto pasado por el Gobierno contempla un proyecto que en un plazo de siete años considera una inversión de US$ 500 millones para la reconstrucción de Valparaíso, lo que incluye, entre otras cosas, la recuperación de quebradas para convertirlas en parques urbanos.
Muchos porteños han optado por emigrar de Valparaíso y otros tantos se encuentran a la espera de una solución definitiva dentro de la Ciudad Puerto. Esto continuará a la espera de que logremos realmente tomar el peso de lo que significan políticas de prevención ante incendios y cuando la reconstrucción inicie el ritmo que las familias esperan. Desde TECHO-Chile nuestro saludo de apoyo y respaldo a todos quienes fueron afectados y la invitación a no bajar los brazos: seguiremos empujando soluciones no solo para los afectados, sino para las familias de los 176 campamentos de la región, que aún viven en emergencia permanente.
Alejandro Muñoz