El viernes de esta semana, la inmobiliaria Sacor Ltda., propiedad del empresario Salvador Covarrubias, debería iniciar los trabajos de relleno de la fallida obra de construcción de la galería comercial Quilpué, en pleno centro de la ciudad.
Ello porque se cumple el plazo de diez días otorgado por el municipio de la Ciudad del Sol, que el pasado martes 7 de abril emitió el decreto alcaldicio y la notificación de la medida a la citada empresa.
Cabe recordar que el bullado proyecto fue abandonado en agosto pasado, debido a que surgieron diferencias comerciales entre la empresa a cargo y el dueño de la iniciativa (Covarrubias). Tras el bochornoso episodio, quedaron al descubierto al menos tres irregularidades, la más seria de las cuales se refiere al inicio de obras de construcción de los niveles subterráneos del centro comercial sin los permisos municipales debidos, ya que solo contaban con los permisos de obras preliminares para asegurar el sitio en cuestión.
Con cargo al municipio
La administradora municipal de Quilpué, Claudia Espinoza, explicó a El Mercurio de Valparaíso que "como ha pasado un plazo desde el tema técnico, nosotros hemos decretado y aunque ellos presenten algo tienen que hacerlo (rellenar la excavación). Deben reponer todo lo que sacaron y trasladaron". Esto último ante la consulta de si es posible detener la aplicación del decreto alcaldicio si Sacor Ltda. presentase un plan de trabajo en las últimas horas.
"(Sacor) No tramitó el permiso de edificación -prosiguió Claudia Espinoza-; solo está tramitado el permiso de iniciación de faenas y no cumplieron con los plazos para poder generar toda la tramitación de faenas. Están paralizados como inmobiliaria, no hay una fiscalización de parte de ellos con técnicos ni han ingresado ninguna nueva propuesta ni tampoco han resuelto observaciones pendientes que tenían con la Dirección de Obras".
La administradora municipal de Quilpué ratificó que si la empresa Sacor Ltda. no se hace cargo de rellenar la excavación, será el municipio el que realice los trabajos a su costo, y luego traspasará el costo del mismo a la citada firma.
"Esto es igual que una demolición en caso de peligro de derrumbe u otro tipo de peligro. Tenemos la potestad, estamos facultados como si fuésemos a demoler, pero en este caso es el relleno, y la ley también nos faculta", aseveró Claudia Espinoza.
Pleno centro
El nuevo centro comercial ubicado entre las céntricas calles Andrés Bello y Diego Portales, debía contar con cerca de 5 mil metros cuadrados en ocho niveles (cuatro de ellos subterráneos para estacionamientos). Actualmente la excavación alcanza los 20 metros.
Las obras preliminares fueron suspendidas cuando enteraban cerca del 80%. Ellos provocó, a poco andar, alarma en la comunidad quilpueína, especialmente en vecinos del sector céntrico, que estimaron que la suspensión de los trabajos constituía un serio riesgo de derrumbe.
De hecho, en una inspección realizada en enero por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo (Serviu) y por la Dirección de Obras Municipales (DOM), se constató que los trabajos para asegurar las obras verticales de construcción (entibaciones y socalzados) no se encontraban completas y exhibían al menos dos irregularidades, por lo cual se pidió con urgencia al propietario del proyecto un informe con las medidas mitigadoras respectiva.
Como el informe de Salvador Covarrubias no llegó, la Municipalidad optó finalmente por decretar su sepultación, literal, de la obra.
Hace casi dos años (el 11 de abril de 2013), Sacor Ltda. había ingresado a la DOM Quilpué la solicitud para edificar su galería comercial entre calles Bello y Portales. Tras algunas observaciones de rigor, la inmobiliaria consiguió en mayo de ese año la autorización preliminar. Los trabajos se prolongaron cerca de un año hasta que se produjo el abandono de faenas por parte de la constructora.
En la actualidad, en el terreno en cuestión hay un par de motores de elevación que se encuentran extrayendo el agua acumulada en las capas inferiores. La labor de agotamiento de las napas se realiza para evitar el reblandecimiento del terreno y disminuir el riesgo de derrumbe. Vecinos del entorno aseguraron que tras las últimas lluvias del año pasado, el agua se acumuló varios metros en un efecto piscina, lo que generó temor. El agua extraída es descargada de forma permanente hacia un canal superficial, que atraviesa los antiguos terrenos que pertenecían a la expoblación Enap, donde hoy se levanta la fallida obra.
Ernesto Curti
10
días de plazo otorgó el municipio de Quilpué a Sacor Ltda. para iniciar los trabajos de relleno.
5.000
metros cuadrados aproximadamente contemplaba la fallida galería comercial en el sector.