Un equipo de científicos de la Universidad de Massachusetts logró identificar el mecanismo cerebral responsable de la ansiedad que se produce al intentar dejar de fumar, un hallazgo que podría contribuir al diseño de tratamientos más efectivos para fumadores que buscan abandonar este hábito.
"Identificamos un singular circuito en el cerebro que se vuelve activo durante la abstinencia a la nicotina, específicamente durante el incremento de la ansiedad", sostuvo el autor principal del descubrimiento, Andrew Tapper, citado por el portal Science Daily.
"Una mayor ansiedad es un síntoma importante de la abstinencia a la nicotina que produce recaídas en los fumadores que intentan dejar" el consumo de tabaco, agregó Tapper, quien es profesor de Siquiatría de la Escuela de Medicina del plantel estadounidense.
Mecanismos
El trabajo dio con varios hallazgos sobre ciertos mecanismos en el cerebro que inducen a la ansiedad durante la abstinencia a la nicotina, además de posibles alternativas para evadir estos mecanismos con el fin de tratar -o incluso prevenir- este síntoma.
Los experimentos que condujeron a estos resultados fueron elaborados durante varios años por los laboratorios de Tapper y Paul Gardner, también profesor de Siquiatría de la Universidad de Massachusetts, y además contaron con la colaboración de la fundación The Scripps Research Institute of La Jolla, en California.
Según recogió Science Daily, el principal hallazgo del estudio es el hecho de que una región del cerebro llamada núcleo interpeduncular se activa cuando se deja de fumar, por lo que parece ser la causante de la ansiedad durante esta etapa.
Una de las cosas que les llamó la atención a los científicos es que esta región en cuestión es distinta a otra identificada anteriormente por Tapper y donde se originan los síntomas físicos de la abstinencia a la nicotina, entre ellos dolores de cabeza, nausea e insomnio.
Los autores creen que esta nueva región del cerebro descubierta ofrece una perspectiva distinta para amortiguar los síntomas de la abstinencia a la nicotina, entre ellos la ansiedad, un elemento que por lo general frustra a las personas en su intento de dejar de fumar.
Otra conclusión novedosa tiene que ver con unas neuronas ubicadas en otras dos regiones del cerebro que convergen en el núcleo interpeduncular para estimular a las neuronas que provocan la ansiedad.
Los investigadores pudieron aliviar la ansiedad en unos ratones al suspender la actividad de esas neuronas activadas, sugiriendo que lo mismo podría ocurrir en los humanos.
Expandir alcances
Los próximos pasos del equipo investigativo serán expandir los alcances de la comprensión sobre las interacciones entre la ansiedad, el estrés y la recompensa con la abstinencia de sustancias adictivas.
"Ahora estamos explorando si los circuitos que identificamos están involucrados en la ansiedad inducida por el estrés en general", dijo Tapper, quien agregó que su equipo también está explorando si estos circuitos juegan un papel en el consumo de otras drogas.
A diferencia de lo que este estudio indagó, en 2013 un estudio del King's College de Londres encontró que dejar de fumar reduce considerablemente el nivel de ansiedad. "La creencia de que el tabaco contribuye a reducir el estrés es falsa casi con toda seguridad. Los fumadores han de conocer en qué medida les afecta el tabaco y que en realidad a muchos les provoca un aumento de la ansiedad", explicó en ese oportunidad el doctor Máirtín McDermott, del King's College de Londres.
Mabel González