El ambiente que se vive en Sausalito se parece al de los días previos a un gran estreno teatral. Nerviosismo, ajustes de último minuto y mucho trabajo marcan cada jornada en las obras del estadio viñamarino.

El próximo 23 de mayo, día de la entrega del recinto, deberá ser recordado como el más importante de los últimos cincuenta años en términos de infraestructura deportiva para la ciudad.

Matías Avsolomovich, director de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de Viña del Mar, concurre hasta el coliseo todas las mañanas para revisar en terreno los trabajos. Instalado en el estadio está un numeroso equipo de funcionarios municipales supervisando los avances.

A partir de mañana la cuenta regresiva apunta 25 días para la inauguración. Y en el coloso de la Ciudad Jardín solo se aguarda por el debut. La espera ha sido larga y todos quieren que se levante el telón.