El número de víctimas del terremoto de Nepal ya alcanzó los 6.200 muertos y 14.000 heridos, al igual que la preocupación por la magnitud del desastre en las aldeas más remotas, a las que todavía no se puede llegar seis días después del sismo que asoló al país del Himalaya.
El Ministerio del Interior nepalí situó ayer en 6.204 el número de fallecidos y en 13.932 el de heridos, con 1.106 muertos sólo en la capital Katmandú, el área más accesible para los equipos de rescate y donde la ayuda humanitaria se distribuye con mayor facilidad.
La responsable de Naciones Unidas para las emergencias humanitarias, Valerie Amos, escribió en su cuenta oficial en Twitter que "es desgarrador ver aldeas enteras en la cresta de las montañas destruidas. Es casi imposible llegar hasta ellos".
Amos, que se encuentra desde ayer en Katmandú para evaluar la situación y asegurar la distribución de la ayuda, tuvo palabras de ánimo para los servicios de rescate que trabajan al límite y "ayer lograron rescatar a 15 personas bajo los escombros".
La última persona rescatada que fue registra ayer fue una mujer de 24 años, liberada la noche del jueves por equipos de rescate de Nepal, Israel y Noruega tras permanecer 128 horas atrapada bajo los escombros de un edificio en Katmandú.
Krishna Kumari Khadka se encontraba atrapada en la planta baja de la pensión Janasewa en la zona de Gongabu de la capital y fue liberada tras nueve horas de trabajo, indicó el inspector de Policía Debi Prasad Poudel al diario local My Republica, citado por EFE.