Conmoción, preocupación y una sensación de inseguridad, fueron las primeras reacciones que tuvieron los vecinos de Loncura al enterarse que tres de los cinco implicados en el doble homicidio de Alejandrina Adversa Silva Pizarro, de 69 años, y su pareja, Juan Alcides Morales Bozo, de 68 años, eran sus mismos vecinos.

La situación se dilucidó tras cuatro meses de investigación por parte de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones y la Fiscalía, que el lunes lograron la detención de tres de los cinco implicados en el alevoso homicidio ocurrido el 5 de febrero de este año en la playa El Bato, de Loncura.

"Los tres detenidos (dos menores de edad) son de la misma localidad de Loncura y se mantuvieron en el sector oculto bajos sus mismos pares y en el silencio en que se conformaron todos, no conocían a las víctimas. Está acreditado que el adulto provoca las lesiones a ambos adultos mayores", recalcó el subprefecto José Ortiz, jefe de la BH de Valparaíso.

Leonard Restovic, hijo de Alejandrina, precisó que "es triste saber que los propios vecinos se dañan, nunca pensamos que al lado nuestro estaban los delincuentes, siempre pensamos que iban a ser de afuera. Yo vi a mi madre tendida en el piso y a mi viejo al lado no me imaginaba el ensañamiento que tuvieron con ellos, fue triste saber de esto y que son mis propios vecinos".

Frente a este hecho la comunidad de Loncura, dio apoyo a la familia e hizo un fuerte llamado a las autoridades a reforzar la seguridad del lugar, situación que prometió - dijo Leonard - el intendente regional cuando encontraron a sus madres brutalmente asesinados en la playa.

TRIBUNAL

Tras la detención de los tres implicados, entre ellos dos menores de edad, los imputados fueron trasladados desde Viña del Mar al Tribunal de Garantía de Quintero, donde por más de media hora se realizó el control de detención.

En la sala de audiencia estaban presente la familia de las víctimas, vecinos de Loncura, personal de Carabineros, funcionarios de la BH y los familiares de los implicados, quienes en silencio escucharon la presentación del fiscal adjunto (s) de Quintero, Alfredo Keller, quien detalló lo ocurrido la madrugada del 5 de febrero.

Según lo precisado por el fiscal, los cinco hombres, antes de interceptar a la pareja de adultos mayores, fueron a robar a un recinto de Loncura donde no lograron su cometido.

Dada esta situación, salen de la propiedad - dijo Keller -, y divisan el auto estacionado en el camino costero de la playa, divisan a una pareja que se acerca al vehículo y los interceptan actuando en grupo o pandilla.

"Las víctimas se encontraban en el sector de la playa de Loncura acercándose a su automóvil, momento en el cual se habrían acercado los imputados por diversos lugares principalmente con la intensión de sustraerle especies y producto de esto, agredieron a las personas con arma blanca (cuchillo de 25 centímetros) falleciendo en el sector ambas víctimas, es un hecho bastante relevante", explicó el fiscal.

PUÑALADAS

Tras el ataque, Alejandrina recibió un total de 13 puñaladas en diferentes partes de su cuerpo, provocando la muerte una estocada en el tórax. Mientras, su pareja, Juan, recibió una puñalada directa al corazón.

En las agresiones habría participado directamente Pablo Colombo Pérez, de 37 años, quien es el único mayor de edad - hasta ahora - imputado en el caso y quien quedó en prisión preventiva por ser considerado un peligro para la sociedad.

Mientras, los menores de edad, uno de 14 años y otro de 15 años (ambos estudiantes) fueron puestos en internación provisoria mientras dura la investigación que tiene un plazo de 6 meses.

Respecto al proceso penal, el fiscal subrayó que continúa la investigación dado que el cuarto participante será formalizado hoy en el Tribunal de Garantía de Quintero y el quinto se mantiene en diligencia para su detención.

Los implicados, mayores de edad, en el homicidio con robo arriesgan una pena mínima de 10 años y 1 día.

Probar que dos artículos de la Ley Emilia, normativa bajo la cual se desarrolla el denominado caso Ascencio, son inconstitucionales, es lo que buscará probar la defensa de Gonzalo Rojas hoy, en el penúltimo de los cinco días del juicio oral que comenzó el viernes en Viña del Mar.

El defensor de Rojas, Iván Seperiza, presentará los únicos dos testigos de su parte por la investigación de la muerte de Pablo Ascencio, porque considera que "nosotros tenemos un buen caso y no es necesario presentar más".

INCONSTITUCIONALES

El abogado explicó que hay dos delitos que la Fiscalía imputa, y que espera probar que son inconstitucionales: el que sanciona a los conductores que, después de atropellar a alguien, huyen del lugar sin prestar ayuda, delito por el que el Ministerio Público pide 4 años de cárcel, y el que sanciona la negación del sospechoso a realizarse la alcoholemia, un examen científico que mide el alcohol en la sangre mediante la extracción de esta, y por el que se piden otros 4 años.

Detalló, respecto a la huida de Rojas, que "él reconoce que sí incurrió en ese hecho, pero ese delito es inconstitucional".

En cuanto al otro delito que cuestiona, la publicación del Diario Oficial del 16 de septiembre de 2014 agrega un artículo que precisa que en el caso de accidentes que produzcan la muerte de alguna persona, la negativa injustificada del conductor sospechoso a someterse a "las pruebas respiratorias evidenciales o a los exámenes científicos señalados en el artículo 183 de esta ley para determinar la dosificación de alcohol en la sangre (...) serán castigadas con la pena de presidio menor en su grado máximo" más multas.

SÍ SE HIZO EXAMEN

"Una misma alegación tenemos respecto a la alcoholemia, a la negativa de hacerse el examen científico, aunque sí se hizo un alcotest, (una prueba respiratoria). La ley no hace esa distinción y, entonces, consideramos que ese delito tampoco se da porque se hizo un examen respiratorio que sirvió de base a la Fiscalía para hacer sus indagaciones".

Por esto, catalogó el primer juicio en el país bajo la Ley Emilia como "complejo" y precisó que "la misma ley es complicada para cualquier persona a la que se le imputan estos hechos. Tenemos una ley que es muy dura y nosotros cuestionamos su constitucionalidad", dijo.

Seperiza también afirmó que hay contradicciones en los testimonios que usó la Fiscalía, y en particular, lo que decían los carabineros que arrestaron a Rojas con los testigos que acompañaron a la víctima. "Hay diferentes versiones sobre el lugar donde ocurrió el accidente y eso es importante. También hay diferencias sobre si cruzó con la luz verde o roja del semáforo. Hay contradicciones entre lo que se señaló inicialmente desde Carabineros, antes del juicio oral, y lo que después figura acá como testimonio de testigos".

Juan Vildoso, el abogado defensor de la otra imputada como encubridora de Rojas, Katherine Antequera, manifestó sentirse tranquilo por los testimonios entregados por los testigos, pues dice que "queda claro que ella no sabía lo que ocurrió", y afirmó que pedirá la absolución de su clienta.

EL FUTURO PERDIDO

El padre de Pablo Ascencio, Pedro, fue uno de los tres testigos que ayer declararon en una jornada que terminó antes de las 13 horas. El hombre, afectado por la pérdida, narró en cerca de 40 minutos las metas de su hijo, las actividades académicas que estaba desarrollando y la madrugada que pasó en el hospital esperando lo peor.

"Él tenía una enorme proyección como profesional por su capacidad. El director de la carrera, en forma póstuma, durante el velorio de Pablo me manifiesta que él en un consejo de los profesores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Viña del Mar había decidido a partir del 2015 entregarle a Pablo la posibilidad de que ejerciera como ayudante en la línea de edificación para transformarse a futuro en un académico de la universidad", contó.

Además, dijo: "La teoría de que Pablo consumió alcohol se ha ido cayendo en el juicio y, otra cosa: ellos iban por lugar habilitado, con luz verde".

Busca establecer que Rojas no tomó alcohol antes del accidente, y que fue minutos antes de que llegara Carabineros a detenerlo.

Espera establecer la inconstitucionalidad de dos nuevos delitos de la Ley Emilia por los que se suman 8 años de cárcel a Rojas.

Intenta comprobar que el lugar del accidente no fue en el lugar habilitado, que Pablo cruzaba más lejos, y que lo hizo con luz roja.

Otra de las testigos de ayer fue la madre de Pablo Ascencio, Maritza Solari, quien relató a duras penas, con lágrimas, cómo era su hijo, los motivos de su salida ese día y los últimos minutos de vida del joven. Fue en ese momento cuando Gonzalo Rojas, el imputado por el homicidio de Ascencio, se quebró y tuvo que salir de la sala por su estado. "Cuando llegué a la asistencia pública y le tomé la mano a mi hijo, le dije 'todo va a estar bien', y lo veo con una venda en la cabeza, todo entubado, la máquina lo hacía respirar, pero cuando le dije eso mi hijo lloró, le corrieron sus lágrimas aunque estaba sedado, inconsciente", dijo Solari.

Pamela Boltei