Concón ante la demanda energética
La demanda de energía eléctrica en todo el país es creciente. Se requiere energía para la producción en todos sus rubros, para el consumo domiciliario, para el alumbrado público y también para el transporte de carga y pasajeros.
Esta alza en la demanda hace necesario un aumento de la generación y también un desarrollo de los sistemas de transmisión acordes con nuestra caprichosa geografía.
Se exige, además, una baja en los costos de esa energía, pues los altos valores actuales, superiores a los de otros países del continente, afectan tanto la producción como el bolsillo de los consumidores.
Sin embargo, el desarrollo de nuevas generadoras enfrenta problemas de costos y de medio ambiente. Este último aspecto resulta clave en esos emprendimientos y cada día cobra mayor fuerza. Hay en muchas comunidades oposición a esas instalaciones debido a la contaminación que significan nuevas plantas.
Tal es lo que ocurre en la comuna de Concón, donde la estatal Enap proyecta instalar una generadora del tipo ciclo combinado que entregaría 500 megavatios. Esta planta se sumaría a otra de 70 MW.
La Municipalidad de Concón en pleno y las organizaciones vecinales se oponen a la iniciativa, y el alcalde Óscar Sumonte gestiona la pronta tramitación en la Contraloría del decreto que integra la comuna a la nómina de localidades saturadas.
Hay que recordar, además, que Concón desde hace décadas aporta, con la presencia de la refinería de Enap, una importante cuota de sacrificio ambiental en beneficio de todo el país.
Dentro de un contexto general, como hemos señalado, se necesita más energía, pero no es justo satisfacer esa demanda al costo de afectar a una comuna como Concón, en constante expansión habitacional y con un creciente potencial turístico, punto en el que también aparecen problemas urbanísticos y ambientales.
Cabe mirar también el tema con visión de país, buscando armonizar producción y necesidades, incentivando fuentes limpias como la energía solar y la eólica, sin dejar de lado la hidráulica, muchas veces condenada sin mayor base. Hay que recordar que fueron las plantas hidroeléctricas levantadas por el Estado las que permitieron en los años 40 y 50 del siglo pasado que Chile diera un gran salto en su desarrollo y modernización.
El caso de Concón y la dramática situación del área Quintero-Puchuncaví obligan a mirar hacia fuentes limpias y también avanzar en investigaciones para utilizar energías potencialmente valiosas como las mareas o la geotérmica.