Refinería Aconcagua de Enap abrió sus puertas para rodaje de cinta nacional
CINE. El director Fernando Guzzoni y el actor Alejandro Goic llegaron ayer hasta la planta de Concón para grabar las últimas escenas que necesitaban para la película "Niño nadie".
Tras "largas y extenuantes" cinco semanas de rodaje, Fernando Guzzoni ("Carne de perro") filmó ayer las últimas escenas de su nuevo proyecto: "Niño nadie". Y lo hizo en una locación bastante especial, como es la Refinería Aconcagua de Enap, ubicada en Concón. El realizador explica que en la cinta la idea es que uno de los personajes protagónicos "tuviese un trabajo bien particular en términos de locación". En este sentido, "nos parecía súper atractivo visualmente este lugar. Nos sedujo mucho esta infraestructura que es emblemática y que está un poco en el inconsciente colectivo de muchos; y también porque daba cuenta de un trabajo súper arquetípico", detalla.
Debido a las normas de seguridad de la empresa, el rodaje -en el que participaron solo diez personas de las 45 que son parte del equipo- se pudo realizar en una de las bodegas del recinto, así como en una de sus calles en la que se ve de fondo la planta refinadora.
Para Patricio Farfán, gerente de la filial, prestar el recinto "es bastante significativo". "Nosotros venimos en una campaña permanente de abrirnos a la comunidad, de mostrar lo que hacemos en la Refinería Aconcagua y demostrar que esta es una empresa segura", sostiene, agregando: "Qué más bonito e interesante que, junto con apoyar el cine, podamos mostrar la refinería de esta manera".
CRISIS HUMANAS
La cinta comenzó a trabajarse el año pasado, aunque la inspiración para llevarlo a cabo comenzó mucho antes. Impactado por el crimen de Daniel Zamudio en 2012, Guzzoni comenzó a investigar a los victimarios; y uno de ellos, llamado Fabián Mora, le llamó la atención por su afición a las diversas manifestaciones del K-pop (pop coreano), el cual le hizo entrar a esta subcultura. Sin embargo, en "Niño nadie" la figura de Zamudio no está presente, ya que finalmente el realizador optó por abordar la relación entre un padre y su hijo.
Es así como se centra en Héctor, un hombre de clase media de 58 años, que vive junto a su hijo Jesús, de 20, en la periferia de Santiago. "Habla un poco de las crisis de las relaciones humanas y la brecha generacional", asegura el director, añadiendo que también toca temáticas como las de "conocerse, de la comunicación y de los tabúes. Y bueno, ocurren un montón de cosas que van alterando la relación de estos dos personajes".
"Da cuenta de un Chile que, por un lado, tiene todo un espíritu juvenil, postmoderno y muy vertiginoso que es el mundo más adolescente, con muchas influencias foráneas, con aprender culturas, tendencias o modas que vienen no solo de Estados Unidos, sino también de oriente; y por otro, una vida más convencional, o más rutinaria", detalla el cineasta.
UN VERDADERO HALLAZGO
En esta película el realizador volvió a trabajar con Alejandro Goic -protagonista de "Carne de perro"-, quien encarna al padre y que estuvo ayer en Enap. "Siempre es un privilegio trabajar con este aún joven director", asegura el actor de películas como "El club" y "Los 33", que mantiene una colaboración artística permanente con Guzzoni. Incluso, este último realizó el apoyo audiovisual que Goic utilizó en la obra "Los marineros" que dirigió. "Este es un magnífico guión -continúa-. Fernando siempre pone la cámara en lugares donde en general el resto o no la pone, o no ve, o que rehúye ponerla como en este caso".
"Es un gran colaborador, además de un gran amigo. Es un actor con el que es muy fácil trabajar, ya que es muy generoso, inteligente y con un compromiso importante para los proyectos. Entonces, para mí es natural tratar de incorporarlo", asegura el director, precisando que "una de las pocas claridades que había en el desarrollo de guión es que Alejandro iba a hacer ese personaje".
"Hicimos un trabajo diferente para poder alejarnos obviamente de lo que es 'Carne de perro'. Creo que se logró, afortunadamente, porque tiene muchos matices y tiene su sello", relata. "No es alejarlo, sino que fue adquiriendo vida propia", acota Goic, y asegura: "No es que el personaje esté preparado. A medida que fuimos rodando, y se fue relacionando con el resto de los personajes va adquiriendo su madurez de carácter por llamarlo de alguna manera".
Una de las sorpresas que ofrece la película es el debut de Nicolás Durán, un chico de 18 años que encarna al hijo de Goic. "En rigor, no tiene estudios académicos, formales, ortodoxos de teatro, pero es un actor innato, muy talentoso", destaca Guzzoni.
"Es un extraordinario actor", asegura Alejandro Goic. También es claro en "llamarlo al orden en su vida y que termine de estudiar para que así sea mejor actor de lo que es, porque tiene grandes dotes, es muy inteligente, muy sensible".
Encontrar a Durán no fue fácil, ya que estuvieron cerca de 8 meses viendo a unos 500 actores, y el propio joven "se sometió a un casting súper exhaustivo", asevera el realizador, añadiendo que contratarlo "demostró ser un acierto".
Por un lado, porque lo "hizo muy bien"; y por otro, porque al tener la edad del personaje "también había muchos insumos de él que fuimos incorporando, y eso le dio mucha verosimilitud a la historia".
TRABAJO DIFERENTE
"Niño nadie" es una coproducción entre Alemania, Francia, Holanda, Colombia y Chile. Una de las novedades que presenta el proyecto es que hace tres semanas comenzó el proceso de montaje con Andrea Chignoli ("No", "Violeta se fue a los cielos"). "Ha sido casi un trabajo de montaje paralelo al rodaje, cosa que ayuda a anticipar muchas cosas o hacer giros, y eso también le dio mucho vértigo al rodaje porque iba cambiando sobre la marcha", expresa Fernando Guzzzoni.
Y confiesa: "Yo improvisé mucho y fue una súper experiencia en ese sentido, en términos metodológicos, complejo obviamente en algún minuto. Pero fue un bonito viaje".
Como fecha tentativa de estreno sería el primer semestre de 2016 para iniciar el circuito de Festivales, pero "en el fondo no tengo claridad todavía. Nos vamos a tomar el tiempo que sea necesario, no vamos a apurarnos para nada y vamos a darle el tiempo que requiere toda la producción, que tenemos que hacerla en Europa", detalla el realizador.
"Nos sedujo mucho esta infraestructura que es emblemática y que está un poco en el inconsciente colectivo de muchos"
"Qué más bonito e interesante que, junto con apoyar el cine, podamos mostrar la refinería de esta manera"
"Este es un magnífico guión. Fernando siempre pone la cámara en lugares donde en general el resto o no la pone, o no ve, o que rehúye ponerla como en este caso"