A nueve años de prisión efectiva fue sentenciado el primer procesado por la Ley Emilia en el país. Se trata de Gonzalo Rojas Torres, de 27 años, quien el 21 de septiembre del año pasado atropelló y dio muerte al estudiante Pablo Ascencio Solari, de 24 años, en la avenida San Martín, a la altura de 5 Norte, en Viña del Mar, para luego darse a la fuga.
Esa jornada, Carabineros persiguió y dio alcance a Rojas en el sector de Recreo. Tras el control de detención y posterior formalización, el conductor fue llevado a la cárcel de Valparaíso donde esperó el término de la investigación y la realización del juicio oral que se llevó a cabo la semana pasada.
El viernes 29 de abril, el Tribunal Oral en lo Penal declaró a Rojas culpable por manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte y no prestar ayuda a la víctima; y ayer, en la tarde, dio a conocer la pena definitiva, en una audiencia presidida por las magistradas Mónica Gutiérrez, Mónica López y Patricia Garrido.
La lectura de la sentencia se llevó a cabo en un ambiente de tensa expectativa al interior de la sala del tribunal, que se encontraba llena de personas: desde los familiares de Pablo Ascencio y Gonzalo Rojas hasta los integrantes de la Fundación Emilia, encabezada por Benjamín Silva (padre de Emilia).
Con casi 45 minutos de retraso se conocieron las sentencias para Gonzalo Rojas Torres y Katherine Antequera Maldonado, de 24 años, mujer que lo acompañaba el día que protagonizó el accidente, quien fue condenada como encubridora a 400 días de presidio menor en su grado mínimo.
La pena fue exactamente lo solicitado por el Ministerio Público, representado por el fiscal Roberto Depaux.
Tras conocer la sentencia, la madre de Pablo Ascencio, Maritza Solari, entregó sus primeras declaraciones cargadas de emoción y tristeza. "Estamos más tranquilos, porque ya se hizo justicia. Pablo no va a volver, va a estar en nuestros corazones, pero por lo menos esto sirve para que la sociedad tome conciencia de que no hay que conducir en estado de ebriedad. Él era una persona inocente que salió a divertirse con sus amigos y nunca más volvió, cuando llegó a la asistencia pública ya no se podía hacer nada más por él y tuvimos que verlo morir sin poder hacer nada nosotros como padres, solamente esperar a que dejara de respirar y eso no es justo", afirmó Solari.
Y agregó: "La madre de Gonzalo lo puede ver, lo puede tocar, le puede decir te amo. A nosotros lo único que nos queda es ir a verlo al cementerio y seguir diciéndole que lo vamos a amar toda vida. Espero que esto marque un precedente y no vuelva a ocurrir".
TENSIÓN A LA SALIDA
A la salida de la sala del tribunal algunos familiares y la madre de Gonzalo Rojas protagonizaron un altercado con insultos e improperios contra los padres de la víctima. Sin embargo, los familiares de Pablo Ascencio no respondieron la agresión; y su padre, Pedro Ascencio, sacó la voz para entregar su apreciación de la sentencia y el difícil proceso que debió llevar a cabo durante estos casi nueve meses tras la muerte de su hijo.
"Estamos satisfechos por aclarar el asesinato de mi hijo. Quiero agradecer a la Fiscalía, a los testigos, también a los magistrados porque pudieron entender cuál era la verdad y no la mentira. Estamos satisfechos por la condena que ha obtenido Gonzalo, porque él atropelló a nuestro hijo, borracho, en un paso habilitado y con luz verde, pero lo más importante es que esta sentencia sea ejemplarizadora para que el país entienda que no se puede conducir de esa manera en forma irresponsable", dijo Ascencio.
A su vez, subrayó que "tanto la familia como los amigos y todos los que queremos y amamos a Pablo queremos agradecer a la Fundación Emilia porque esto no se hubiese materializado si la ley no estuviese vigente. Si la Ley Emilia no existiera en este momento Gonzalo (Rojas) estaría libre; en cambio ahora va a tener que pagar por el crimen de mi hijo".
FISCALÍA CONFORME
El fiscal Roberto Depaux declaró que el fallo refleja la importancia que tiene para la sociedad este tipo de hechos. "El tribunal sopesó el fatal resultado de esto y, a juicio del Ministerio Público, cumplió a cabalidad lo que buscábamos respecto a los dos delitos por los cuales se acusó. Si bien hay uno que fue absuelto, el Tribunal privó al acusado Rojas de la posibilidad de tener penas sustitutivas", finalizó.
"Si la Ley Emilia no existiera, en este momento Gonzalo estaría libre; en cambio ahora va a tener que pagar por el crimen de mi hijo"
"El tribunal sopesó el fatal resultado de esto y, a juicio del Ministerio Público, cumplió a cabalidad lo que buscábamos"