Stanislas Wawrinka llegó a París a jugar Roland Garros como el noveno mejor jugador del mundo, y hoy, tras su participación en el Abierto parisino, aparecerá en el ránking de la ATP como el cuarto mejor tenista del orbe.
Y es que el suizo logró dominar por primera vez, a los 30 años de edad, el más clásico torneo que se disputa en arcilla. Todo, a costa de Novak Djokovic.
El mejor jugador del mundo sucumbió ante un juego inspirado del helvético, quien aprovechando la presión que tenía "Nole", alcanzó su segundo Grand Slam, luego del título conseguido en el Open de Australia, en 2014.
de menos a más
En el primer set, Novak Djokovic hizo parecer que alcanzaría por primera vez el único Grand Slam que falta en sus vitrinas. El serbio nunca ha ganado Roland Garros, y en la tarde de ayer comenzó el primer set dando a entender que por fin lo alcanzaría. Y no porque dominara a "Stan", precisamente, sino porque logró imponer una cuota de jerarquía en el séptimo juego, logrando el quiebre en un set que hasta entonces era cerrado y parejo.
A la postre, el 'break' le permitió al balcánico quedarse con la primera manga por 4-6 e ilusionarse así con alcanzar la corona.
Pero comenzó la segunda manga, y con ello el repunte de Wawrinka. Los primeros juegos ambos mantuvieron sus servicios, pero el suizo dispuso de puntos de quiebre en todos los juegos de "Nole". Hasta que lo conseguiría a la sexta oportunidad, lo que le sirvió para encaminar el set a un 6-3 y poner así la igualdad en el score del Phillipe Chatrier en la capital francesa.
Las más de quince mil personas apostadas en la final disfrutaban. Parecía que desde el 2004, cuando Gastón Gaudio sorprendió al mundo para quedarse con el título, que no se veía un nivel de sorpresa. Y es que Wawrinka demostraba porqué dejó a su compatriota Roger Federer en el camino en cuartos de final.
Al comenzar la tercera manga, el suizo había encajado 30 tiros ganadores, casi el doble que los de Djokovic. Y en la cancha se empezaba a notar el ímpetu del octavo sembrado para el torneo. Además, los nervios comenzaron a hacer mella en Djokovic, que apostaba a los peloteos largos desde el fondo de cancha.
El inicio volvió a ser parejo, pero en el sexto juego "Stan" quebró nuevamente. Se puso entonces 4-2 arriba, y a la larga terminó llevándose el set por 6-3, ya que el serbio no logró nunca poder devolver el 'break'.
remate final
El cuarto set era la última opción de Djokovic para enmendar el rumbo y volver al partido. Y estuvo bien encaminado, ya que en los primeros juegos logró meter buenos tiros y bajar un poco el espíritu que precedía al suizo de los sets anteriores.
Llegó a estar 3-0 arriba, pero Wawrinka no se fue del partido, y rápidamente logró encontrar en su revés sus mejores golpes. Comenzó entonces la remontada y el camino al trofeo de los Tres Mosqueteros, como se le conoce a la copa del campeón de Roland Garros.
Con esfuerzo se puso 3-3 y luego cada uno mantuvo con dificultades su saque. Pero en el noveno game, Wawrinka quebró nuevamente y sirvió por el set, partido y la corona de la arcilla parisina. Situación que no desaprovechó. 6-4 y el primer Roland Garros para la vitrina de "Stan".