"Me siento realmente muy gratificado con un premio como éste, que es uno de los más importantes en literatura que se dan en el mundo", comentó ayer el escritor cubano Leonardo Padura (59) al saber que había obtenido el galardón Princesa de Asturias de las Letras, agregando que "solo hay que mirar la lista de ganadores para saber lo que significa formar parte de esa selección".
Considerado el escritor cubano de mayor proyección internacional, el autor de "Adiós Hemingway" superó en las votaciones del jurado al novelista japonés Haruki Murakami y al poeta sirio Adonis, además de otras 27 candidaturas que competían por el premio. Se convierte, además, en el segundo cubano galardonado en la historia del premio.
Según el acta de los jueces, el novelista es "un indagador de lo culto y lo popular, un intelectual independiente, de firme temperamento ético", detallando que "desde la ficción, Padura muestra los desafíos y los límites en la búsqueda de la verdad. Una impecable exploración de la historia y sus modos de contarla". El escritor cubano, en tanto, cree que "mi literatura siempre ha tratado de dar una mirada a la realidad cubana y de un entendimiento de esa realidad a través del diálogo y de la comprensión".
UNA MIRADA CRÍTICA
Leonardo Padura ha vivido toda su vida en el barrio Mantilla, La Habana. Fue allí precisamente donde recibió la noticia del galardón por el que dijo sentirse "muy contento, muy conmovido" a las diversos periodistas que llegaron a su casa para conocer las impresiones de este narrador, periodista y ensayista que comenzó su carrera en el periódico "Juventud rebelde" y la revista literaria "El caimán barbudo".
Nacido pocos años antes de la entrada triunfal de Fidel Castro a La Habana, pertenece a esa generación desencantada por el camino que tomó revolución cubana, tema que recorre toda su obra. Aunque hable de aventuras, asesinatos en clave negra o cuadros robados, todo converge en el país del que nunca se fue, como tantos exiliados, y para el que siempre tuvo una mirada crítica.
Sin embargo, el cubano, que tiene desde 2011 la nacionalidad española, ha manifestado reiteradamente que no se identifica con partido político alguno y que se ve simplemente como un cronista de la vida moderna cubana.
Algo de lo que se aprecia en novelas como "Pasado perfecto", "Vientos de cuaresma", "Máscaras", "Paisaje de otoño" o "La neblina del ayer", con las cuales ha obtenido éxito internacional. Sin embargo, a Padura se le conoce más por la serie de libros de género policial que ha creado, donde destaca su detective Mario Conde, un expolicía que vive en La Habana junto a su amigo, "El Flaco", con quien resuelve asesinatos, robos o toda clase de problemáticas siempre muy preocupados por la realidad social.
Además, es autor de "El hombre que amaba a los perros", una reconstrucción de las vidas de León Trotsky y su asesino Ramón Mercader, y por la que obtuvo el Premio de la Crítica en Cuba. Hace tres años, además, recibió el Premio Nacional de Literatura.
También ha destacado en otros ámbitos como el cinematográfico, ya que fue el coguionista del largometraje "Retour à Ithaque" ("Retorno a Ítaca"), del francés Laurent Cantet, que resultó ganador de la sección paralela Jornadas de los Autores del Festival de Cine de Venecia en 2014.
"SUFRO MUCHO"
Para Beatriz de Moura, miembro del jurado del premio y fundadora de Tusquets Editores, donde Padura ha publicado toda su obra, su figura "merece un reconocimiento más allá de la literatura" tras haber luchado "con las restricciones que seguramente haya tenido en un país como Cuba".
A pesar de todos los reconocimientos, Leonardo Padura se definió como un "un escritor muy inseguro".
"Siempre creo que lo que estoy escribiendo no va a interesar. Y sufro mucho: escribo y vuelvo escribir (...). Pero prefiero ser un escritor inseguro a uno que cree que domina la literatura, porque la Literatura es indominable", confesó.
"Mi literatura siempre ha tratado de dar una mirada a la realidad cubana y de un entendimiento de esa realidad"