En sesión extraordinaria de la Municipalidad de Viña del Mar, de junio de 1965, encabezada por el alcalde Juan Andueza Silva, se trataba el proyecto de canalización del estero Marga Marga, que prometía ser una pronta realidad y que solucionaría muchos problemas de su entorno y de la ciudad misma. El paso del tiempo, nos sitúa en la triste realidad. Se han planteado decenas de proyectos para el estero, y salvo el de superar el problema de los zancudos y en alguna medida, su saneamiento, nada más se ha logrado. En la edición de El Mercurio del 19 de junio se comentaba que la canalización permitiría ganar terrenos para estacionamientos, la habilitación de áreas verdes , la eliminación de los famosos zancudos y malos olores y lo más relevante, la prolongación de la avenida Marina, que debía extenderse hasta el puente Ocoa. Proyecto muchas veces anunciado y otras tantas postergado. ¿Y que será de la famosa Marina Deportiva? ¿Duerme?