Investigan con Cannabis para obtener un fármaco que alivie el dolor
Quilpué. Laboratorios Knop, Fundación Daya y el Municipio de La Florida se unieron en un proyecto que busca mejorar la calidad de vida a pacientes oncológicos.
Mientras paras algunos la marihuana sigue siendo un tabú, para otros es un tema que merece ser incorporado al debate y al análisis nacional. En una sociedad que transita entre la posibilidad de su legalización total y su proscripción ad eternum, surge una tercera vía, de carácter científico, que aboga por su estudio y su apertura a ciertas aplicaciones. Como si fuera un triunvirato virtuoso, en este último grupo se puede distinguir a la Municipalidad de La Florida, la Fundación Daya y ahora último a la empresa quilpueína, casi centenaria, Laboratorios Knop.
En virtud de una autorización del Estado a través del Instituto de Salud Pública, Laboratorios Knop aportó a este convenio su experiencia en investigación y desarrollo de la medicina homeopática y fitoterápica, para procesar cerca de 100 kilos de Cannabis sativa medicinal, en busca de un medicamento natural para controlar dolores severos, principalmente en pacientes con diferentes tipos de cáncer.
En este convenio, la Municipalidad de La Florida aportó la plantación en un terreno gestionado por la corporación en su jurisdicción territorial, y la Fundación Daya, que dirige la actriz Ana María Gazmuri, la importación de semillas de cuatro cepas de Cannabis desde Holanda y la tramitación de su autorización sanitaria en el país.
Calidad de vida
Pese a la importancia intrínseca de esta innovación, Germán Knop, gerente general de Laboratorios Knop, resta protagonismo al papel de su empresa en este proceso, mezcla de una humildad intrínseca y un deseo personal de no elevar falsas expectativas sobre este trabajo.
"No somos precisamente los pioneros en esta coyuntura, en este proyecto", responde cuando se le consulta por el papel que jugará Knop en el proceso. "Nosotros fuimos invitados por la Fundación Daya en conjunto con la Municipalidad de La Florida, para participar en un proyecto de desarrollo de un medicamento en base a Cannabis".
Pero Germán Knop es consciente que la investigación que hoy nace en Quilpué, podría generar insospechados alcances. "Existen varias indicaciones de Cannabis, también se podría utilizar en epilepsias refractarias y en esclerosis múltiple, que son enfermedades nerviosas degenerativas con dolores neuropáticos profundos que son muchas veces intratables. En otras partes del mundo utilizan ya algunos de los derivados y ahora es importante para nosotros separar y tipificar las distintas especies que tenemos".
Principios activos
El pasado 25 de mayo, Laboratorios Knop recibió un cargamento único de Cannabis proveniente de La Florida. La materia prima fue separada en los 100 kilos de la parte medicinal de la planta que entró a proceso, y la restante materia vegetal inutilizada fue destruida en presencia de representantes del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), para asegurar el uso específico de la partida en función de la investigación. De hecho, los residuos que deje la investigación durante los próximos meses también serán destruidos de esta manera.
La bioquímica Jacqueline Ruz, directora de Investigación y Desarrollo de Laboratorios Knop, relata a "El Mercurio de Valparaíso", que si la compleja investigación en ciernes pudiera resumirse en un concepto, este sería la búsqueda y estudio de los dos principales principios activos de la Cannabis para conseguir un fitofármaco que contrarreste el dolor: el tetrahidrocannabinol y el cannabidiol.
"La Cannabis tiene muchísimos más activos y lo que nosotros vamos a hacer es trabajar con la parte medicinal de la planta en forma completa. Vamos a caracterizar esos dos activos en el producto terminado, pero respetando el resto de los componentes porque es parte de la filosofía de trabajo en todos nuestros productos", acota Jacqueline Ruz.
En este punto es donde la científica de Knop apunta a la gran diferencia entre la farmacología alópata (medicina convencional) y la homeopática y fitofármica. El total de la planta aportará al efecto terapéutico y no un solo un principio activo. De hecho, experiencias en otros países con usos de derivados sintéticos de tetrahidrocannabinol no han dado los resultados esperados.
Carolina Knop, subgerenta general de la empresa, reparó en que de acuerdo a las tipologías de la planta, interesante sería a futuro reunir una mixtura de yerbas de distintos puntos geográficos para experimentar las diferentes concentraciones y características de los principios activos, y contrastar su incidencia en la calidad final del producto fitofarmacéutico que se busca obtener. Ello porque hoy la investigación solo permite utilizar la materia prima aportada por el municipio de La Florida.
Medicamento estable
Pero al margen del debate ético, Laboratorios Knop deja en claro que su misión es el aporte científico a la discusión. ¿Cuál es el objetivo final para esta industria? La respuesta parece concreta en boca de Germán Knop. "Nosotros desde el punto de vista científico estamos haciendo una investigación con la autorización del Instituto de Salud Pública de Chile y que está orientada fundamentalmente a un medicamento seguro y confiable que sea estandarizado y eso, además, asociado a un estudio clínico con distintos hospitales de Chile y también de consultorios municipales que se han ido incorporando. Ahora, están invitando a muchas más municipalidades a integrar este grupo".
"Vamos a poner todo nuestro esfuerzo -prosiguió el ejecutivo de Knop- en esta investigación para asegurar que el producto que nosotros finalmente tengamos, que va a ser al cabo no de un día para otro, sea un producto estandarizado como para hacer el primer ensayo clínico válido que tenga la autorización del ISP y la autorización correspondiente de los comité de ética de las distintos instituciones".
La responsabilidad social de Laboratorios Knop en este tema transita por dos vías, según el ejecutivo: ofrecer a la comunidad nacional un producto seguro y confiable, y que se encuentre al alcance de todos los bolsillos. "Estamos seguros que vamos a bajar los precios que hoy son millonarios, porque sabemos de gente que ha importado este producto y que cuesta como 900 mil pesos mensuales", acota Germán Knop.
El proceso
Tomando en cuenta la cadencia propia del desarrollo de un producto como el que se pretende lograr, se prevé que tras las investigaciones, comprobaciones y pruebas de rigor, el primer fármaco concebido puntualmente para el fin antes descrito (tratar el dolor de pacientes oncológicos), pueda ver la luz dentro de los próximos dos o tres años.
Lo anterior porque una vez logrado el fitofármaco, se deberá hace un estudio controlado con un monitor que mida la efectividad del producto y con series doblemente controladas, con sistema de doble ciego randomizado, donde los investigadores no sabrán a cuál paciente se le estará dando el medicamento efectivo y a cuál el placebo.
Solo medir la estabilidad del producto demora 18 meses en condiciones de almacenamiento de 20, 30 y 40 grados de temperatura, y con 65% a 70% de concentración de humedad, lo que se monitorea con cámaras cada 10 minutos con emanación de informes periódicos. Luego de eso, con los elementos, se presenta una solicitud al ISP para registrar un producto que tarda en esa instancia al menos 7 meses o incluso más de un año.
Previo a ello se debe caracterizar los principios activos de las cuatro cepas de Cannabis y determinados sus valores, la materia prima es sometida al proceso de extracción típico de una industria farmacéutica, en busca de un extracto estandarizado. Desde el concentrado se generará una forma farmacéutica de uso oral sobre las cuales se realizarán todas las pruebas químicas y clínicas.
Jacqueline Ruz reconoce que hoy existe en el mercado una serie de productos asociados a la Cannabis con el rótulo de artesanales; no obstante, plantea sus dudas respecto de su eficacia, pues la mayoría carece de estudios que los avalen. "El tema es especulativo. Se dice que tienen efectos terapéuticos pero no está demostrado. De hecho las características de las plantas son diferentes en sus flores, en sus tallos, en sus hojas, en su raíz. Entonces este aceite de Cannabis que pudiera estar vendiéndose en forma libre en muchas partes, certeramente no es de la parte medicinal que tiene los efectos vía oral".
"Estamos seguros que vamos a bajar los precios que hoy son millonarios, porque sabemos de gente que ha importado este producto (en base a Cannabis) y que cuesta como 900 mil pesos mensuales"
Germán Knop Gerente general de
Laboratorios Knop
El medicamento que se obtenga no será de venta libre. Será con receta médica retenida porque será considerado psicotrópico.
El fitofármaco que se obtenga no reemplazará un medicamento prescrito por un médico para determinada enfermedad. Será solo para atenuar el dolor.
A partir de la presente investigación se podría dar origen a muchos otros estudios clínicos, sin embargo, el actual tiene sus objetivos bien definidos.
El producto que se obtenga solo va a atenuar el dolor, pues no está concebido como una cura del cáncer. Estará asociado a mejorar la calidad de vida.
Para el traslado, almacenaje, procesamiento y producción, Laboratorios Knop cuenta con una autorización de uso y tenencia de psicotrópicos y estupefacientes.
Laboratorios Knop considera positivo que más actores como municipios se muestren interesados en participar, porque ayudan a anular el terreno especulativo.
"La Cannabis tiene muchísimos más activos y lo que nosotros vamos a hacer es trabajar con la parte medicinal de la planta en forma completa.
Jacqueline Ruz Directora de Investigación y Desarrollo de Laboratorios Knop
Ernesto Curti
100 kilos
de Cannabis sativa medicinal procesa el laboratorio regional en la búsqueda de un medicamento natural que permita aliviar los dolores, en especial los provocados por el cáncer.
2-3 años
es el plazo previsto para que el producto pudiera fabricarse. Solo medir su estabilidad demoraría alrededor de 18 meses bajo condiciones de almacenamiento especiales.