Como un triunfo para los vecinos de Quilpué que se oponen a la construcción del polémico Edificio Esmeralda calificó el abogado que los representa, Rodrigo Avendaño, los últimos acontecimientos en relación a este proyecto. Primero, la orden a la empresa constructora Viconsa emanada recientemente de la Dirección de Obras Municipales (DOM), de reforzar de inmediato el corte de cerro o talud, y en segundo lugar, la aclaración de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda, que reafirmó que la caducidad del permiso de construcción hace necesario tramitar una nueva autorización.
"Este proyecto tuvo un golpe a su quilla, porque ya no van a poder hacer una torre de 22 pisos", manifestó Avendaño en relación a lo planificado por la constructora Viconsa y la inmobiliaria Maial.
Pese a que en principio la DOM de Quilpué había retrasado inexplicablemente la decisión, refrendada por la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Vivienda tras una visita inspectiva al terreno y por la propia Corte de Apelaciones de Valparaíso que emanó una Orden de No Innovar en el proyecto, finalmente la repartición municipal se allanó a la medida y ordenó a la empresa constructora Viconsa S.A. (oficio N° 156/2015) a reforzar de inmediato el mencionado talud que hoy mantiene nerviosos a los vecinos por eventuales derrumbes.
NORMA URBANÍSTICA
"La municipalidad les ordenó hacer las obras de seguridad y de esto ya le entregaron copia a los vecinos. Es decir, tenemos alineada a la municipalidad en el sentido que ya ordenó las obras de emergencia, y desde ese punto de vista creo que la Corte va a acoger lo mismo", ratificó Avendaño.
"Lamentablemente -prosiguió el abogado-, la empresa quedó en desacato e hizo el corte de cerro como quería, mientras la DDU hacía su trabajo y le dio un duro revés al proyecto. El que la empresa solo pueda aplicar las normas urbanísticas a los lotes resultantes es un logro, una victoria, pues no va a poder construir todos los pisos que quería (22)".
Cabe recordar que por encargo de la inmobiliaria Maial, la firma constructora Viconsa inició durante el primer semestre de este año, la preparación del terreno ubicado en calle Esmeralda, altura paradero 27, para construir en él un edificio de 22 pisos. De inmediato, vecinos del lugar se opusieron debido a que consideraron improcedente el volumen de la obra para un sitio que, según argumentaron, no da en volumen para tamaño edificio.
En la actualidad están pendientes los alegatos de un recurso de protección en el tribunal de alzada porteño, entre la empresa Viconsa y una vecina que interpuso la acción judicial. No obstante, Avendaño sostuvo que cualquiera sea la resolución de la Corte, el precedente ya está sentado y los organismos competentes ya se pronunciaron respecto de la necesidad inmediata de reforzar el cerro y a que la constructora obtenga nuevos permisos para edificar solo en base a la densidad autorizada por la Ley General de Urbanismo y Construcciones.
"Este proyecto tuvo un golpe a su quilla, porque ya no van a poder hacer una torre de 22 pisos"
Desde los años 90 que se planifica una obra inmobiliaria en los actuales terrenos. El proyecto inicial dista mucho del actual.
Superficie escasa Vecinos argumentan que en los actuales 4.500 m2 disponibles no se puede construir una torre de 22 pisos.
Calle angosta Parte de la queja vecinal radica en lo estrecha de la calle Esmeralda para una obra de esta envergadura.
Caducidad La DDU aclaró que un permiso de edificación y de urbanización caduca indeclinablemente en tres años.