"Hay que valorar el trabajo de Ricardo Bravo, pues ha debido enfrentar momentos duros y valoro su disposición como servidor público"

Tras la confirmación de la designación de Gabriel Aldoney como nuevo intendente de Valparaíso, en reemplazo de Ricardo Bravo, diversas fueron las reacciones de las figuras políticas regionales en torno a la gestión de la exautoridad.

En este aspecto, el primero en opinar sobre el cambio de intendente fue el diputado del Distrito N°10, Christian Urízar (PS), quien expresó que hace tiempo se estaba solicitando un liderazgo más efectivo en la conducción de la región que, según su parecer, indudablemente debía tener una visión mucho más regionalista.

"La Presidenta Michel Bachelet tiene que haber estimado las distintas situaciones que han ocurrido en la región. Nosotros, como parlamentarios y autoridades políticas, hace un rato habíamos planteado que faltaba un liderazgo más efectivo, faltaban algunas cosas de conducción política, y más allá de las situaciones de emergencia, donde el intendente estuvo presente, faltaba una mirada política mucho más profunda", declaró el diputado PS.

Esta opinión fue compartida por la senadora Lily Pérez (Amplitud), quien expresó que Ricardo Bravo no supo comandar situaciones graves, como las múltiples catástrofes naturales que azotaron la zona durante su gestión.

"En nuestra Región de Valparaíso han sucedido demasiadas cosas, hemos tenido derrames de petróleo en el borde costero, incendios terribles, hemos tenido un temporal que nos ha azotado y, lamentablemente, hemos tenido un intendente que es una buena persona, pero que no tiene el liderazgo político para poder enfrentar las situaciones de esta naturaleza. Necesitamos un intendente que defienda la región de la costa y de la cordillera", expresó de forma enfática.

Por su parte, el senador Francisco Chahuán (RN) aseveró que "la primera dificultad que tuvo (Bravo) fue con su propia coalición, su administración no le dio el respaldo y que de alguna manera minó su gestión; lo segundo es que yo creo que el exintendente venía de un proceso de afirmarse en el cargo, por lo que causa sorpresa, sobre todo porque pasó la primera revisión."

UNA SALIDA ANUNCIADA

En este aspecto, quien también criticó duramente el trabajo de Ricardo Bravo al mando de la región fue el diputado Joaquín Godoy.

El presidente de Amplitud calificó su salida como una "crónica de muerte anunciada", pues, según su opinión, tras un año de gestión, no se le conocía ningún proyecto por el cual podía ser recordado como intendente.

"Su salida era una crónica de una muerte anunciada, pues después de un año no se le conocía ni un solo proyecto por el cual uno pudiera recordar el trabajo que había hecho. Creo que esta es una buena oportunidad para retomar y cambiar el camino, pero esperamos que no se quede solo en un nombramiento, sino que se transforme en un cambio concreto para la ciudadanía y ojalá muy enfocado en el despertar del patrimonio, de la cultura y el desarrollo portuario", precisó Godoy.

La opinión del parlamentario fue compartida por el presidente regional del partido Radical y presidente del Consejo Regional (Core), Mario Pérez, quien precisó que "siempre hablamos de un segundo tiempo y yo creo que se hizo realidad".

La autoridad regional sostuvo que "con la llegada de Aldoney se está cambiando la forma de hacer política, una política más cercana con los partidos políticos. Siempre le critiqué al exintendente, en forma positiva, por qué las nominaciones no obedecían a los criterios de los partidos políticos, ahí hubo una descoordinación, los seremis son puestos políticos y se deben conversar con el partido y que respondan bien al intendente".

En tanto, el consejero regional Manuel Murillo (PPD) manifestó que "yo creo que es una medida que todo el mundo estaba esperando, solo lamentar que cuando uno tiene el poder de la estrategia regional vengan los cambios, vamos a partir de cero".

PETICIONES A ALDONEY

Además, las autoridades regionales plantearon, tras el cambio de administración, una serie de peticiones al nuevo intendente Gabriel Aldoney, entre las que se encuentran la descentralización, un cambio de gabinete regional, la priorización de proyectos regionales y el trabajo con los distintos partidos políticos.

Bajo este escenario, el senador Chahuán postuló que "la región necesita un intendente empoderado y esperamos que este cambio anunciado por la Presidenta tenga las confianzas necesarias para generar una evaluación de su gabinete regional y hacer los ajuste necesarios. Creemos que deben hacerse ajustes en algunas secretarias y direcciones".

Por su lado, el presidente del Core precisó que espera que la nueva autoridad trabaje con los consejeros regionales.

"La primera dificultad que tuvo fue con su propia coalición, su administración no le dio el respaldo y que de alguna manera minó su gestión"

Menos crítico con el trabajo que Ricardo Bravo desempeñó como intendente de Valparaíso fue el senador Ricardo Lagos Weber (PPD). El parlamentario valoró la gestión de la exautoridad regional, destacando su disposición como servidor público. "Hay que valorar el trabajo de Ricardo Bravo, pues ha debido enfrentar momentos duros y valoro su disposición como servidor público que realizó durante este periodo, en especial en ese difícil momento que fue enfrentar el megaincendio", precisó.

"En Valparaíso han sucedido demasiadas cosas y hemos tenido un intendente que es una buena persona, pero que no tiene liderazgo político"

"Como autoridades políticas hace un

rato habíamos planteado que faltaba un liderazgo más efectivo y algunas cosas de conducción"

"Le faltó a este Gobierno la cercanía con los partidos políticos. Como presidente del Consejo Regional, siento que faltó más coordinación"

"Su salida era una crónica de una muerte anunciada, pues después de un año no se le conocía ni un solo proyecto por el cual uno lo pudiera recordar"

P. Navia / K. Escalona

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meses estuvo Ricardo Bravo a cargo de la región de Valparaíso como intendente.

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fueron las catástrofes que debía enfrentar Bravo: el megaincendio, derrame en Quintero y temporal.