"En la vida hay que privilegiar lo que nos hace felices y jugársela"
Con tan solo 29 años, Daniela Serrano, ingeniera agrónoma de profesión, abandonó una consolidada carrera como jefa del Departamento de Proyectos Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), para convertirse en una emprendedora tecnológica.
Este camino, confiesa, no ha estado exento de dificultades, pues al momento de dar el primer paso, Daniela contaba con múltiples responsabilidades económicas, circunstancias que, sin embargo, nunca la hicieron bajar los brazos, posicionándola actualmente como uno de los referentes femeninos en el mundo del emprendimiento y la tecnología local.
"Yo provengo de una familia tradicional y conservadora, típica chilena, y sin duda esta aventura que asumí era un tema. Además, tenía una estabilidad económica y fue difícil, pero yo creo que a veces no sabemos lo que queremos, pero sí sabemos que en lo que estamos trabajando no nos gusta, y desde ese punto de vista, yo creo que simplemente hay que privilegiar lo que nos hace felices y jugársela", declara Serrano, quien también es voluntaria en Girls in Tech, organización sin fines de lucro dedicada a conectar y dar visibilidad a las mujeres que lideran el sector tecnológico en Chile.
- Actualmente, ¿qué proyectos estás desarrollando?
- La verdad es que yo participo en hartas cosas. Por un lado tengo mi empresa, que se llama Matsya, que está centrada en hacer estrategia de marketing digital, desde páginas webs hasta un posicionamiento de la empresa; y por otro lado, tengo un proyecto que estoy desarrollando que se llama The Voyage, y tiene que ver con el turismo tecnológico, permitiendo crear un paquete turístico personalizado a partir de una sola búsqueda, porque el gran problema de Valparaíso es que se cree que solamente existen las playas y los cerros Alegre y Concepción, y la verdad es que hay mucho más que descubrir.
- ¿Se puede vivir siendo emprendedor en Chile?
- Sí, se puede vivir de ser emprendedor, pero hay que asesorarse, contar con apoyo de otras personas, y lo principal es conversar con mucha gente, contar tu idea, buscar este ecosistema de emprendedores, porque al principio yo cometí el error de estar muy sola, trabajaba en mi casa y de repente me comencé a dar cuenta que necesitaba saber lo que estaba pasando afuera. Acudí a un coworking y ahí mi mundo comenzó a cambiar, porque hice muchos contactos, me dieron consejos, asesorías y charlas gratuitas, que muchas veces aportan más que un curso universitario.
- ¿Te has sentido discriminada por ser mujer?
- La verdad, no me he sentido discriminada, pero sí me molesta que en los congresos no existan oradoras mujeres. En mi caso, desde el punto de vista de la tecnología, yo creo que como mujeres tenemos un plus, porque tenemos una sensibilidad distinta y mi trabajo siempre se destaca por ser estéticamente bello y amigable; entonces, esa "discriminación" yo la he ocupado a mi favor, porque no es lo mismo contratar a un informático que va a dejar todo funcionando, que contratar a una mujer que va a hacer lo mismo, pero que además te va a entregar un producto estéticamente superior.
- ¿Qué consejo le darías a las mujeres que quieren emprender?
- Mira, emprender es una experiencia increíble, un poco riesgosa, es una aventura. Y si bien en este comienzo he vivido algunas incertidumbres, estoy más cansada y trabajo hasta los fines de semana, sin duda vivo mucho más feliz y eso no se puede lograr de ninguna otra manera, así que yo les aconsejo que sigan la felicidad, que se la jueguen por cumplir los sueños, porque Valparaíso y la Quinta Región en general tienen un excelente nicho para emprendedores, y eso las mujeres deben explotarlo.