Aunque no se conocían, los destinos de Exequiel Borvarán (18 años) y Diego Guzmán (25) se unieron impensadamente la tarde del pasado 14 de mayo, cuando finalizaba una manifestación estudiantil en el sector de calle Molina, a un costado de la plaza Victoria de Valparaíso. Ambos fallecieron en el lugar tras ser alcanzados por una bala de la pistola 9 milímetros que habría percutado a escasos metros de distancia Giuseppe Briganti Weber (22), actualmente encarcelado por los delitos de doble homicidio, microtráfico de drogas y porte ilegal de arma de fuego, por los cuales se expone a penas que superan los 20 años de presidio.

Durante la reconstitución de escena de ayer, con la que se busca aclarar la dinámica de los hechos que conmocionaron al país, la Fiscalía, en conjunto con la BH y el Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI, fijaron en terreno las tres versiones que se barajan respecto al disparo y trayectoria de la bala que impactó a los dos estudiantes.

Pese a que la defensa insiste en que Briganti disparó al aire y no al cuerpo de las víctimas, testigos que declararon y participaron en la diligencia insisten en que el imputado apuntó hacia el grupo de manifestantes, tesis que también avalan los resultados de los peritajes efectuados por la PDI.

ESTRICTA CUSTODIA

Con casco antibalas, chaleco amarillo de imputado y engrillado, bajo estrictas medidas de seguridad por parte de Gendarmería, Briganti entregó su versión de los hechos respecto a su participación en el crimen de los estudiantes.

La diligencia se realizó frente al domicilio del detenido -calle Molina 332-, en pleno centro del plan porteño, que se convirtió en escenario del doble crimen.

En medio de gritos en su contra, Briganti declaró durante 35 minutos, proceso en el que insistió que el disparo no iba dirigido contra Exequiel ni Diego. Luego le correspondió participar en la reconstitución a una decena de estudiantes que presenciaron el doble crimen, que asistieron en primera instancia a las víctimas o que sindican a Briganti en el lugar de los hechos al momento de disparar.

Junto con identificar al imputado como autor del disparo, coinciden en que Briganti percutó su pistola en dirección a las numerosas personas que había ese día en el lugar, algunas de las cuales se enfrascaron en una violenta discusión y riña, luego que el padre de Briganti increpó a algunos de ellos por rayar el frontis de su domicilio.

Precisamente el detenido habría salido en defensa de su progenitor y se enfrentó con los manifestantes, tras lo cual subió hasta el segundo piso del inmueble, más precisamente hasta su dormitorio, desde donde sacó el arma con el cual efectuó el mortal disparo.

Según los peritajes y la tesis que sostiene la Fiscalía, una sola bala habría herido mortalmente en el cuello a Exequiel y, posteriormente, impactó en el abdomen de Diego, lesiones mortales para ambos estudiantes de la Universidad Santo Tomás

RELATO DE TESTIGO

Camila Espinoza, alumna de periodismo de la Universidad de Playa Ancha y que participó como testigo en la reconstitución de escena, ratifica que Briganti disparó desde la puerta de su domicilio y descarta que el o los disparos fueran al aire como sostiene la defensa.

"Estábamos a un costado de la plaza cuando vimos llegar al papá de Giuseppe, cruza la calle y golpea a un niño. Lo empieza a encarar porque había rayado la casa, nosotros empezamos a decirle qué le pasaba. En eso la señora del tipo entra a la casa en busca del hijo, baja el hijo y continúa una discusión verbal por los derechos de los estudiantes. El hijo de él se enoja (Giuseppe), nos amenaza a todos los que estábamos ahí que nos iba a pescar a balazos, a los segundos entra a la casa y se escuchan unos disparos. Pensamos que eran pistolas de fogueo porque eran débiles, pero de pronto sentimos un estruendo fuerte, ahí salimos corriendo a buscar a Carabineros y nos percatamos que habían baleado a un joven en el cuello (Exequiel). El tipo disparó desde la puerta de la casa, incluso le tiraban cerámica a la gente que estaba fuera cuando se escuchó el disparo", relató la joven, quien grabó un video con el episodio que está en poder de la Fiscalía.

Asegura que las víctimas estaban en diagonal a la puerta del inmueble, uno en la calle y otro sobre la vereda, frente al domicilio de calle Molina. "El Exequiel estaba abajo y el Diego estaba arriba, es factible que una bala alcanzara a los dos ya que a uno lo rozó el cuello, siguió su trayectoria y le impactó en el estómago. De hecho, Diego cae y Exequiel caminó unos metros hasta el lugar donde lo encontraron", relató la joven.

MANTIENE VERSIÓN

Respecto a la tesis sostenida por la defensa del imputado, en relación a que el disparo se efectuó al aire, la fiscal Mónica Arancibia detalló que "tenemos que plasmar en esta reconstitución la versión del imputado porque él quiso participar. De acuerdo a lo que señala, disparó casi desde el interior de la casa, sin asomarse, es lo que se fijó, su versión de cómo había sido el disparo. El imputado mantiene su versión de que disparó hacia arriba".

La persecutora acotó que también se analizó la versión de un tío del imputado, que declaró como testigo, el cual relató que "había visto un disparo con la mano asomada hacia la calle, pero en un ángulo distinto al que lo vieron los otros testigos que no son familiares del imputado, que señalan que lo vieron disparar en un ángulo de 90 grados. Esas son las tres versiones que se plasmaron hoy".

"Pudimos establecer la dinámica que habían visto diversos testigos que han declarado durante la investigación"

Juan Cabrera, estudiante de la UPLA, fue otro de los testigos que asistió en primera instancia a Diego Guzmán. Relató que primero se pensó en un paro cardiaco o ataque de epilepsia, ya que no se le veía sangre, siendo auxiliado y trasladado en un carro policial hasta la Urgencia del Van Buren. "Escuché disparos, después me acerqué a Diego, vi que le estaban haciendo reanimación y ayudé a subirlo al carro policial, nunca vi sangre y asumí que era un paro cardiorrespiratorio. No creo que haya sido un solo disparo, estaban en diagonal a unos 8 a 10 metros de distancia. Vi a Briganti amenazar a la gente".

"En esta reconstitución que se hizo con la BH y Labocar pudimos establecer la dinámica que habían visto diversos testigos que han declarado durante la investigación, testigos más relevantes en cuanto a dónde habían visto disparar al imputado y la ubicación en que ellos estaban", resaltó sobre la diligencia la fiscal Mónica Arancibia. Acotó que también se reprodujo la dinámica del disparo, esto es "que el impacto de la bala da en primer lugar en la víctima Exequiel Borvarán, quien se encontraba delante de don Diego Guzmán al momento de los hechos, a una distancia de unos dos metros, que es lo que se trató de reproducir en estas reconstitución. Luego de haber recibido ese impacto él logra caminar y se desplaza hasta la ubicación final".

Según la fiscal Arancibia, producto de esta diligencia "se plasmó una reconstitución en diferentes medios, filmación y fotografía, la ubicación que tenían al momento del disparo las dos víctimas y la ubicación en que quedaron luego del disparo, eso en base a los antecedentes que tenemos, en especial una filmación que se aportó a la Fiscalía y que permitió esclarecer este punto".

Alexis Paredes R.