El doctor Steve Farber,
La mayoría de las personas es propensa a generar una adicción al sabor dulce. Pero el consumo descontrolado de azúcar puede provocar: Exceso de peso y obesidad; envejecimiento prematuro; algunos tipos de cáncer; menor absorción de calcio y de magnesio; diabetes; enfermedades cardíacas; y la lista continúa.
De acuerdo a un estudio realizado por el ministerio de Agricultura, el consumo de azúcar en Chile ha disminuido. Entre el año 2003 y el 2013 la ingesta de azúcar en nuestro país se redujo en casi 13 kilos por persona. Esto debido al ingreso al mercado de los endulzantes artificiales no calóricos. Estos sustitutos del azúcar dejaron de ser parte de una dieta médica de un grupo de personas y se han incorporado a nuestros hábitos de alimentación gradualmente desde hace -al menos- una década. Sin embargo, y considerando que el consumo abusivo de azúcar es un factor incidente en la obesidad, la población en nuestro país sigue subiendo de peso y este problema está lejos de ir en retirada.
Estadísticas
Las cifras así lo prueban. Hoy el 70% de los chilenos -7 de cada 10 personas- tiene problemas con el peso. La situación es mucho más dramática a nivel infantil. Chile se encuentra en el 6º lugar -a nivel mundial- como el país con mayor obesidad infantil. La situación se complejiza cuando estos niños lleguen a la edad adulta, ya que desarrollarán precozmente enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, junto a problemas renales y patologías cardiovasculares, entre otras.
Según la Revista Chilena de Nutrición, recientemente, se ha iniciado el debate sobre si el consumo de edulcorantes aumenta el apetito y el peso corporal. Sustituir el azúcar por estos endulzantes podría ser una estrategia eficaz para el control de peso corporal, aunque los resultados son contradictorios. Uno de sus artículo señala que se ha observado que la ingesta de sacarosa (azúcar) provoca un aumento de la glucosa plasmática y un vaciamiento gástrico más lento al compararlo con sucralosa (endulzante), que no provoca cambios en los niveles de glucosa plasmática, al no estimular la liberación de insulina, lo que no sucede al consumir sacarosa. Por otro lado, se discute que los edulcorantes no poseen un poder saciador como el azúcar, inclusive podrían causar la sensación de hambre estimulando a comer en exceso, además podrían estimular los receptores del gusto, creando adicción al sabor dulce.
Dulzura relativa
En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de endulzantes: Sacarina, sucralosa, aspartamo, estevia, ciclamato, por nombrar algunos ejemplos. Los endulzantes tienen una dulzura relativa. Por ejemplo la estevia es 150 a 200 veces más dulce que el azúcar; le sigue la sacarina que fluctúa entre 300 a 500 veces y continúa la sucralosa que tiene entre 500 a 600 veces más dulzor, según cita el portal: www.alimentacion-sana.org.
El doctor Steve Farber, investigador del Departamento de Biología, Johns Hopkins University, Estados Unidos, de visita en Valparaíso, invitado por la neurobióloga Kathleen Whitlock del CINV de la Universidad de Valparaíso y directora del programa de Ciencia Al Tiro, preocupado por el avance de la obesidad en el mundo, estudia cómo el organismo procesa el colesterol y la materia grasa a nivel celular.
El investigador sostiene que uno de los principales factores, que permite el aumento de la obesidad y sobrepeso -más que la grasa- es el alto consumo de azúcar, sin embargo no recomienda el uso de endulzantes.
"Es importante evitar los endulzantes artificiales, porque el organismo tiene un sistema que es una especie de sensor del azúcar, el cual al no detectarla induce a comer más. Se han hecho varias pruebas y se encontró que aquellas personas que utilizaron endulzantes artificiales fueron significativamente más propensas a subir de peso, con respecto a las que no lo hicieron."
El doctor Farber aconsejó olvidarse de los edulcorantes, aunque aclara, "si bien no hay ninguna evidencia científica que afirme que el uso de los endulzantes artificiales es dañino para la salud, sí existe una correlación que da cuenta que en los país donde se están introduciendo más endulzantes artificiales se puede observar un aumento en diabetes y enfermedades relacionadas con el sobrepeso y obesidad".
También, advirtió que la composición de los denominados alimentos "bajos en grasa" rebaja el contenido en grasa a costa de aumentar principalmente el contenido en azúcares. A pesar del aumento del consumo de este tipo de alimentos, la incidencia de obesidad sigue aumentando, por lo que podría ser esta modificación, la que explicase en parte, el incremento de obesidad.
Por su parte, el jefe de carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, Rafael Jiménez, señala que, "el consumo de edulcorantes se hace más masivo en nuestra sociedad y están presentes en una gran variedad de alimentos y a pesar de esto la población chilena sigue aumentando las cifras de obesidad, por lo tanto podemos deducir -de este simple análisis- que los endulzantes no favorecen la baja de peso".
Efectos secundarios
Si bien muchas personas creen que el uso de edulcorantes es inocuo, hay algunas situaciones en que se recomienda no consumirlos. Por ejemplo, algunos endulzantes como el aspartamo debe advertir la presencia de fenilalanina, aminoácido nocivo para quienes presentan la condición de fenilcetonuria. Además, estudios revelan que el consumo de edulcorantes que contienen ciclamato disminuye la producción de espermios. En embarazadas tampoco se recomienda, pues traspasa la barrera de placenta.
Rafael Jiménez coincide con el doctor Farber, en que no existe evidencia científica determinante para afirmar que los endulzantes son perjudiciales para la salud. Sin embargo, es oportuno tener en consideración que las dosis recomendadas por el fabricante raramente se cumplen, de las gotas se ha pasado a los "chorritos", situación que hace cada vez más cercano el límite de las dosis máximas permitidas, más aún si este fenómeno se presenta en los niños.
"Pero sí podemos afirmar que con la incorporación de los endulzantes en la dieta no ha habido un impacto efectivo en el control de peso de la población, por lo tanto no tienen un efecto positivo en la salud. Lo que ayuda a adelgazar es una dieta saludable con control de la ingesta calórica y un eficiente programa de ejercicios físicos, independiente de la presencia de endulzantes. Por eso en mi opinión el uso de estos edulcorantes es innecesario, a menos que la persona tenga una gran apetencia por el sabor dulce, porque es una forma de reemplazar al azúcar, sin el aporte de calorías", asegura el nutricionista.