"Estar acá es estar en casa: estudié en esta universidad, soy playanchino y wanderino" reconoció sonriente el director de la cátedra "Globalización y Democracia" de la Universidad Diego Portales, Ernesto Ottone Fernández, durante la ceremonia de graduación del Magíster en Relaciones Internacionales impartido por el Centro de Estudios y Asistencia Legislativa (CEAL) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Hay "pocas noticias buenas, ya que si bien la tecnología ha logrado alargar la esperanza de vida, no ha podido aminorar la desigualdad" en un mundo donde los lazos son cada vez más complejos debido a un "crecimiento que seguirá siendo relativamente alto en los países emergentes y lo será solo mientras estén al alcance los países en desarrollo. Una vez alcanzado ese punto, los emergentes se unirán al crecimiento, pero también deberán enfrentar más dificultades, los temas globales como el cambio climático, el cambio de trabajo, la distribución de la población, el envejecimiento y la tendencia general al descenso en el crecimiento poblacional en el largo plazo", afirmó el experto en la charla "Una América Latina Incómoda en una Globalización Triste".
ROL PROTAGÓNICO
"Hoy el mundo experimenta un desarrollo de más lentitud y con más riesgos (...) con predominio de conflictos diversos y asimetrías sociales perdurables, (...) generando tragedias como la foto desgarradora del niño muerto que ha llamado la atención y ojalá de más reflexión", señaló emocionado el Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de París III, quien también apuntó al bajo crecimiento de la economía mundial, que "en 2014 solo avanzó un 2,6 y en 2015 será levemente superior, mientras que en los años siguientes las proyecciones son que mejorará apenas un punto".
Sin embargo, el aspecto más crítico de "este proceso es que se acompaña en muchos países por un cuestionamiento del sistema democrático, cuya expresión más grave son los nacionalismos y la xenofobia", situación preocupante en América Latina donde "grandes países emergentes que hasta hace poco parecían llamados a jugar un rol importante en el escenario mundial, como Brasil o México, han perdido" terreno en la economía mundial, indicó Ottone.