Karen Unda

En su décima sexta versión, una vez más el carnaval Mil Tambores dejó una sensación de dulce y agraz entre los porteños. La belleza del arte presente en las actividades realizadas por la organización del evento -dentro de las cuales destaca el pasacalles principal de la Avenida Altamirano con más de cinco mil artistas en escena la tarde de ayer-, se ensucia debido a la poca cultura de los asistentes, pero sobre todo por quienes ven en él una oportunidad para dar rienda suelta al consumo excesivo de alcohol y drogas, y que dejan toneladas de basura en las calles.

Después de la primera y segunda jornada del carnaval fue posible apreciar desde primeras horas de la mañana, cientos de reclamos a través de las redes sociales debido, precisamente, a la gran cantidad de residuos y suciedad que los visitantes dejan en la ciudad Patrimonio de la Humanidad. De acuerdo al último balance entregado por la Municipalidad de Valparaíso fueron más de 400 toneladas de desechos los que se retiraron de las calles, gracias a la ardua labor de 200 funcionarios municipales que durante tres días trabajaron de sol a sol para dejar en buenas condiciones la ciudad.

"La juventud que viene deja toda la ciudad sucia y nosotros tenemos mucho más trabajo durante el día, tarde y noche. Por este carnaval trabajamos el doble, encuentro que es más basura que el año pasado porque ahora las playas están llenas de gente y de basura. Nos sacamos la mugre trabajando para que Valparaíso vuelva a estar más limpio", indicó Luisa Carreño, trabajadora del departamento de Aseo Municipal.

Una situación que para el gobernador provincial de Valparaíso, Omar Jara, responde a una falta de cultura e incivilidad de los miles de jóvenes que asisten al masivo evento porteño, algo que a juicio de la autoridad no es muy distinto a lo que se vive cada fin de semana en la comuna.

"Una ciudad que recibe a 40 mil personas un fin de semana evidentemente va a tener algún impacto, particularmente en cuanto a los desechos. Ahora el problema de los malos olores es prácticamente igual todos los fines de semana. Aquí lo que ocurre son incivilidades, vale decir, que la gente hace en la calle lo que está prohibido, lo que es difícil de abordar porque estas faltas se producen durante la noche y madrugada", consignó Jara.

La autoridad insistió que la solución a los problemas que genera el carnaval no está en prohibir la actividad -lo que se intentó hacer en años anteriores-, sino más bien en mejorar la coordinación entre los diversos estamentos y la organización de Mil Tambores, sobre todo en el tema de acampar en las playas, prohibición que no fue cumplida.

"Siempre se podrán mejorar estas manifestaciones, pero no es la solución prohibirlas, porque si lo hiciéramos los resultados serían desastrosos. Hay que avanzar mucho en mejorar para no generar un rechazo por parte de los ciudadanos de Valparaíso y también para que no se genere un daño en la ciudad", añadió.

Cabe señalar que el alcalde Jorge Castro fue una de las autoridades mencionadas por los porteños y a quien a través de Twitter y Facebook se le pidió alguna explicación. Sin embargo, desde el Municipio se señaló que el jefe comunal no es el encargado de autorizar el evento y que la única competencia es lo que se refiere al tema del aseo, donde se reforzó un plan de contingencia para limpiar y retirar la basura.Para el director de Mil Tambores, Santiago Aguilar, quien lamentó que se destaque el lado "B" del evento en lugar de las actividades artísticas que se desarrollaron, el carnaval no es el origen del caos sino más bien parte de la solución a un problema social y estructural de fondo donde el excesivo consumo de alcohol responde a políticas públicas poco restrictivas y una falta de normativa estricta al respecto.

"No tendríamos que extrañarnos que un carnaval que tiene cerca de 60 mil personas deje desechos en la ciudad, lo importante es que aquello se resuelve con mejores acciones y operaciones de limpieza. La incivilidad de nuestro país se la debemos a algo mucho más complejo, el carnaval es la solución a esos problemas profundos (…) Este carnaval no tiene un solo sponsor de bebidas alcohólicas. Durante 16 años jamás hemos promovido el consumo, por eso esto no es culpa nuestra, la pandemia del alcoholismo es una responsabilidad del estado chileno", aseveró Aguilar.

Pero no todo fue negativo, la mejor cara del carnaval para los organizadores son las cerca de 60 mil personas que llegaron a disfrutar del principal pasacalles de la Avenida Altamirano.

Allí batucadas, cuerpos pintados, bailes andinos y una desbordante alegría colmaron el borde costero de ese sector del cerro Playa Ancha, donde los miles de asistentes pudieron apreciar la coordinación y talento de cerca de cinco mil artistas en escena los que desfilaron en 200 comparsas entre las 14 y 21 horas aproximadamente.

"Creo que estamos superando las 60 mil personas. A las tres de la tarde ya llevamos buena parte del carnaval desarrollándose, pero lo más importante para nosotros es que hemos logrado mejorar la calidad de la puesta en escena tanto de los artistas que han trabajado durante todo este año, como también de nosotros que hayamos podido ordenar de mejor manera cada una de las comparsas", manifestó Santiago Aguilar.

El director de Mil Tambores agregó que dada la cantidad de artistas y actividades que se desarrollan durante tres días, este sin duda "es el carnaval más importante de Chile".

"Hemos contabilizado más de cinco mil artistas, estamos hablando de 200 comparsas y no solamente ello, el día sábado se celebraron ocho pasacalles simultáneos en Valparaíso, desde las tres de la tarde a las nueve de la noche se realizaron escenarios de actividades barriales. Por lo tanto queremos destacar que esto ya no es solo un pasacalle, es en realidad un carnaval, y es sin duda el carnaval más importante de todo Chile", añadió.

Una satisfacción que compartieron los miles de artistas que llegaron desde distintos puntos del país, como Ermelinda Milla presidenta de la agrupación y fraternidad Yukkaphagjsi de Copiapó, quienes gracias al esfuerzo personal y familiar lograron llegar a Valparaíso por segunda vez.

"Se nos dio la oportunidad de venir por segunda vez a este hermoso carnaval, aunque casi no lo hicimos porque tras el aluvión muchos compañeros del grupo lo perdieron todo, incluso sus trajes", indicó la artista, asegurando además que incluso debieron solventar su estadía en Valparaíso, pese a que se les había dicho que el hospedaje sería gratuito.

"Nosotros tuvimos que costear todo; el traslado, la comida y el hospedaje, somos 85 personas que hicimos una gran esfuerzo por estar acá, muchos compañeros incluso de Diego de Almagro no pudieron hacerlo, pero algunos lo logramos y estamos muy contentos de participar en un evento tan hermoso (...) Es una lástima lo de la basura, pero eso es un problema de cultura de todos", añadió.

"No hay que extrañarse que un carnaval con 60 mil personas deje basura, lo importante es que ello se resuelve con acciones y operaciones de limpieza"

Santiago Aguilar Director Mil Tambores