Geneviève Patte llama a "perder el tiempo" para conversar con los niños
LITERATURA. En el lanzamiento de "Biblioteca y vida" destacó que hay que hablar con ellos para conocer sus gustos.
Una sala llena recibió el pasado martes a la bibliotecaria francesa Geneviève Patte -conocida como "la mujer del canasto", debido a su labor de llevar libros a las plazas y casas ubicadas en los barrios de más escasos recursos de Francia-, quien conversó con Cristián Warnken sobre su trabajo para incentivar la lectura en niños y jóvenes.
Una experiencia que queda retratada en las dos conferencias que componen el libro "Biblioteca y vida" (Editorial Universidad de Valparaíso), el cual fue editado "en tiempo récord", según contó Warnken, ya que recién salió de imprenta el lunes.
Durante las cerca de dos horas que duró la conversación, Patte habló sobre todo de su experiencia como mediadora y aprovechó también de criticar las "bibliotecas congeladas", término que utilizó para hablar sobre los recintos cuyo personal a cargo se convierte en "vigilante", es decir, preocupado de que los niños no metan ruido, devuelvan los libros a tiempo y en buen estado, asegurando -de paso- que "no es siempre su culpa", ya que en muchas ocasiones son las autoridades la que miden la buena gestión a través de cifras.
Perder el tiempo
Desde esta perspectiva, Patte apeló a que los bibliotecarios sean verdaderos mediadores. "Debemos ayudar a buscar los libros", dijo, y para ello es necesario "conversar con los niños, saber sus gustos, para poder recomendar libros. En muchos casos la discusión es larga", comentó, puesto que se les recomienda algo que no les gusta. Aseguró, además, que "es importante el gusto de los niños, porque es una guía para las bibliotecas".
En este sentido, destacó la importancia de los que trabajan en las bibliotecas de darse el tiempo para conversar con los niños: "Ellos saben que tenemos tiempo para ellos para hablar y conversar. Es parte de lo que ofrecemos en la biblioteca: entregamos tiempo para algo que es inútil", detallando que "es importante estar fuera de la rentabilidad".
Según la profesional, "hay que tratar de crear una atmósfera lo suficientemente libre para que presten atención a las propuestas que no están obligados a aceptar", porque si algo tiene claro Patte es que "no estamos obligados a leer", pero se deben hacer los esfuerzos para convencer a todos que lo hagan. En este sentido, comentó que la biblioteca es el lugar "del relato, del pensamiento, del cuento, tanto de la mente como de la palabra. No estamos obligados a los libros o las imágenes".
Desde esta perspectiva, la presencia de adultos en las bibliotecas es necesaria porque "ayuda a los niños a aprender sobre los libros, a entender que es algo único", sostuvo. Aprovechó también de asegurar que no cree que los libros desaparezcan, puesto que hay todo un ritual con el papel -como tocarlo, olerlo- que fascina a los niños y jóvenes.
Los grandes clásicos
Otro tema que abordó Patte fue el de la literatura juvenil. Hoy en día autores como John Green, Jeff Kinney y J.K. Rowling se han convertido en verdaderos fenómenos de venta con textos que abordan las problemáticas adolescentes, ya sean desde la ficción más pura -como la saga de Harry Potter- o temas mucho más realistas como Green en "Bajo la misma estrella" y su historia sobre una joven con cáncer.
Si bien Geneviève Patte no tiene nada en contra de este tipo de libros, estos no son incluidos en el canasto que semana a semana sacan los bibliotecarios de Clamart, donde inició esta iniciativa. "No son simplemente la foto de su vida, sino que proponen escapadas que son necesarias y saludables", aseguró sobre textos como "La Odisea" o el trabajo de Julio Verne.
Estos, según ella, "no parecen tomar a su cargo los problemas de los adolescentes, pero permiten una lectura inesperada pues es un escape que todos necesitamos, sobre todo estos pequeños que necesitan un escape y no estar encerrados en verdades dolorosas".
Algo que es fundamental para Patte, pues como ella misma manifestó, "los barrios pobres están replegados en sí mismos", por lo que es tremendamente necesario contar con las vías de escape que ofrece la literatura, y para lograrlo "hacemos cosas muy simples, que cualquiera pueda hacer".
Por eso, junto con salir con el canasto, durante los meses de invierno se hace un "puerta a puerta" y se van compartiendo lecturas en voz alta con las familias, las que son tratadas con "mucho cuidado y respeto". "El placer compartido entre las familias enriquece su propia casa", afirmó Patte.
Sus palabras fueron recibidas con un aplauso cerrado al terminar la charla por las cerca de 400 personas que llegaron hasta el recinto a escucharla.
Ocupada agenda
Luego de esta experiencia, la bibliotecaria estuvo ayer en San Felipe para ofrecer el seminario "Literatura y educación", y en la tarde visitó la Biblioteca Pública de Los Andes. Hoy, en tanto, dictará el seminario "Literatura y educación" para educadoras de párvulos de la UV, y en la tarde, en coordinación con las Bibliotecas Públicas de la región, dará un taller para bibliotecarios en el Aula Luis Vicuña Suárez de la Escuela de Derecho.
Finalmente, el viernes 30 partirá a Santiago para participar en el Encuentro con Autoridades de la Lectura, en la Biblioteca de Santiago, y en la tarde en un conversatorio con Cristián Warnken. Para asistir a este es necesario inscribirse previamente a través de la página Pensamientopropio.cl.
"Es parte de lo que ofrecemos en la biblioteca: entregamos tiempo para algo que es inútil (...) es importante estar fuera de la rentabilidad"
Geneviève Patte, Bibliotecaria francesa