"Uno de los errores que debemos asumir como Confech es que nuestra propuesta no logró aunar"
El secretario general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso (FEUV), Sebastián Carvajal, es uno de los dos voceros que a nivel regional tiene la Confech, y como tal, hizo una autocrítica sobre lo que fue el 2015 en materia de movilizaciones estudiantiles, asumiendo que las prolongadas tomas y paros que hubo en las cuatro universidades tradicionales de la región, así como en el resto del país, al obedecer a demandas internas, finalmente le restaron fuerza a la unidad del movimiento.
Pese a que la discusión sobre la gratuidad en la educación superior está próxima a instalarse en el Congreso, los estudiantes agotaron las formas de presión este año, al entrar en tierra derecha en términos académicos, con pruebas y exámenes en los que muchos se juegan su carrera, por lo que ya no hay posibilidades de más paros ni tomas a estas alturas, ni siquiera de una marcha, según reconoció el propio dirigente.
"Nos tocaba reunión plenaria de la Confech el domingo pasado, pero a estas alturas del año las federaciones ya no cuentan con presupuesto y se suspendió. La última plenaria que tuvimos fue en Iquique, donde se habló lo que salió después de las reuniones de mesas prelegislativas. Y nosotros, al sentarnos ahí, pudimos contrastar el proyecto y las diferencias eran mucho más profundas que las coincidencias. No hubo ninguna intención por parte del Mineduc de querer avanzar un poco más allá".
- ¿Cuáles son esas diferencias?
- Nosotros no queremos lucro en ninguna de las instituciones de educación superior y el Mineduc lo mantenía en forma voluntaria en centros de formación técnica e institutos profesionales, entonces ese fue el análisis que hicimos en la última plenaria y decidimos no llegar a acuerdo con el Mineduc. De ahí en adelante las proyecciones y evaluaciones de la Confech están pendientes porque hoy día a nivel nacional hay muchas federaciones que están en proceso de elecciones y eso, obviamente, también dificulta un poco las discusiones.
- ¿Cuál es la postura de la Confech sobre el sistema de gratuidad que se propone para el 2016?
- Rechazamos la gratuidad 2016 por distintos temas. Por ejemplo, se dice que la gratuidad 2016 viene a fortalecer las instituciones estatales, pero eso es mentira, porque sabemos que muchas universidades van a tener un déficit y van a tener que financiarlo las mismas instituciones, con recursos propios o acudiendo a la banca privada o subiendo los aranceles reales y, en definitiva, igual van a existir aranceles reales y regulados, como han existido siempre. Aparte de eso, el Crédito con Aval del Estado (CAE) va a aumentar en poco más de 30% y el Fondo Solidario se reduce a poco más de 90%, entonces no entendemos cómo el CAE, que ha sido un instrumento por el cual las universidades privadas han expandido su matrícula y un instrumento por el cual los estudiantes se han endeudado, con la gratuidad 2016 crezcan los aportes que van al CAE y disminuyan los aportes que van al Fondo Solidario. Entonces nos damos cuenta que los estudiantes que no puedan acceder a la gratuidad probablemente la opción que les queda es acceder al CAE, endeudarse y entrar en la misma lógica que hemos mantenido hasta hoy en el sistema de educación.
- ¿Cuál es el balance del 2015 en la Confech?
- Este año lo bueno que tuvo fue lograr sintetizar por primera vez una propuesta de reforma con demandas y con bajadas que significaron una propuesta concreta por parte de los estudiantes; o sea, nosotros comprendimos que la mera consigna en las calles no servía de mucho.
- ¿Crees que este año la Confech se vio debilitada porque las diversas tomas y paros fueron por demandas internas de cada universidad y no por un objetivo común?
- Claramente el repliegue de los años previos lo sentimos. Y pese a que empezamos el año con una movilización bastante importante, con gran convocatoria, después con el tiempo, claro, yo creo que ahí está uno de los errores que debemos asumir como la Confech, y es que esa propuesta que hicimos no logró aunar de forma concreta las demandas de los estudiantes en las distintas universidades y hacer de esto una movilización a nivel nacional, y esto no pasó solo en la Quinta Región, sino también en otras regiones del país. Entonces, fuimos capaces de sintetizar las ideas para generar un documento con propuestas, pero aunar las movilizaciones nos costó mucho.
- ¿A qué crees que se debió esto?
- El documento muchas veces no se entendía muy bien por parte de nuestros compañeros y ahí está el resultado, movilizaciones que si bien mostraban una voluntad del movimiento estudiantil por querer cambiar las cosas, se vieron expresadas en demandas internas que producto del tiempo fueron decayendo a fines del primer semestre y comienzos del segundo, lo que condicionó bastante el escenario para el segundo semestre en la Confech, cuando justamente se formaron las mesas prelegislativas, cuando se tuvo que dialogar con el Gobierno y cuando se tenían que generar instancias de presión, algo que no podía ser sin movilización. A pesar de eso, logramos generar nuestra propuesta y decirle a la gente que el movimiento estudiantil no es un movimiento que solo pide y exige, sino que es capaz de proponer, pero lamentablemente nos encontramos con un Gobierno que a pesar de decir que escucha a los movimientos sociales, en la práctica le faltó voluntad y compromiso para tomar esas propuestas y hacerlas parte de una reforma estructural.
- Con miras al próximo año, ¿cómo piensan corregir esa dispersión producto de las demandas internas y retomar la cohesión?
- La postura de los estudiantes siempre ha sido una, y ahí está plasmada en un documento. La discusión va a entrar al Congreso, lo que abre un escenario distinto donde tenemos que discutir. La posibilidad de vincularnos a otros actores va a ser importantísima. La obligación de la Confech en el próximo año, creo yo, es vincularse de manera efectiva con otros actores de la educación, los trabajadores son importantes y no están considerados dentro de la reforma y creo que debemos generar una agenda conjunta de debate y movilización para el próximo año.
"El Gobierno invitó a trabajadores, rectores y estudiantes a mesas prelegislativas y después terminó diseñando una reforma en función de los intereses de la DC y los sectores más conservadores de la Nueva Mayoría"
"Nos preocupa que la gratuidad termine obedeciendo a un criterio económico, en la discusión presupuestaria, más que a una discusión política y profunda sobre el sistema de educación superior"
Entrevista. Sebastián Carvajal, vocero regional de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech):