Enseñar a contar a los niños fomenta la equidad al repartir
EDUCACIÓN. Un estudio de EE.UU. señala que esta capacidad es clave para inculcar la "justicia" al momento de distribuir los recursos sobre la base del mérito.
Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Rochester señala que enseñar a contar a los niños va más allá del aprendizaje de las matemáticas a temprana edad.
La investigación, publicada en la revista Developmental Science, toma como ejemplo dos opciones para repartir galletas recién horneadas: que cada persona reciba una unidad o quienes contribuyeron más al cocinarlas obtengan una proporción mayor.
Los autores indican que los niños pequeños generalmente dividen por defecto los recursos por igual. Sin embargo, cuando los niños crecen, el enfoque cambia hacia la repartición por mérito, es decir, la gente que trabaja más duro debería recibir mayor compensación y con ello se fomenta una mayor "justicia".
En ese sentido, la hipótesis de la investigación sugiere que este cambio está fuertemente influenciado por la capacidad que tienen los niños al contar. Para profundizar en esta teoría, los especialistas analizaron la tribu Tsimane en la Amazonía, quienes aprenden a contar en diversas edades.
Pese a que existen numerosos estudios sobre la transición a la distribución de recursos basado en los méritos, no ha habido consenso sobre el momento exacto en que se genera esta conducta.
Transición
La evidencia previa sugiere que la transición se produce entre los 5 y 6 años de edad, aunque también hay autores que aseguran que comienza a los tres años y solo si el número de elementos no pueden ser divididos en partes iguales.
"Hay evidencia de que los niños, incluso quienes son de muy corta edad, si se les fuerza a elegir van a dar más a la persona con más mérito", señaló Edward Gibson, académico y especialista en ciencias cognitivas del MIT y autor del estudio. "No es que ellos no entiendan el concepto de más mérito, es solo que probablemente no saben cómo hacer la distribución".
Hace unos años, Julian Jara-Ettinger, uno de los autores del estudio, planteó la hipótesis de que la transición a la asignación de méritos podría depender de la capacidad de contar.
Sin embargo, en estudios anteriores ha sido difícil medir los efectos de la capacidad de contar, ya que esta habilidad está estrechamente correlacionada con la edad en el caso de los niños que han crecido en sociedades industrializadas.
Pruebas
Por esta razón se hizo el análisis reciente a partir de un estudio de Gibson, que encontró que los niños Tsimane aprenden a contar entre los 5 y 8 años de edad.
Tras una serie de pruebas realizadas a 70 niños de esta tribu, las que incluyeron recolección de plátanos y dibujos con galletas, los investigadores concluyeron que la capacidad de contar predijo fuertemente que los niños distribuyen de acuerdo al mérito.
En resumen, mientras los niños entiendan el concepto de recompensar el mayor esfuerzo antes de aprender a contar, mayor capacidad tendrán de repartir de acuerdo al mérito.
Jara-Ettinger explicó que una vez que los niños entienden cómo los objetos cambian cuando se manipulan, esto ayuda a que ellos razonen y decidan de manera exacta sobre la persona que merece más porque hizo el mayor trabajo.
El estudio
Hipótesis
La investigación plantea que los niños que tienen una mayor capacidad de contar fomenta la repartición justa de los recursos hacia los otros.
Desventaja
En las sociedades más industrializadas la habilidad está relacionada con la edad. Para marcar objetividad, el análisis se realizó a una tribu amazónica.