"Bajo ningún punto de vista (Latinoamérica) está ajena a los ataques"
Atres días de que se produjeran los cruentos ataques terroristas en la capital de Francia y que -hasta el cierre de esta edición- han cobrado la vida de 132 personas, entre los analistas internacionales existe consenso en que los atentados eran altamente predecibles, sobre todo en París.
Para Fernando Wilson, académico del Departamento de Historia de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, Francia es uno de los grandes bastiones de la cultura occidental, uno de los motivos por los que el Estado Islámico habría actuado de la forma en que lo hizo. Pero además, el país galo no es el único que se destaca por tener una visión del mundo incompatible a la que el EI plantea: América Latina "no está ajena a este tipo de ataques", advierte el cientista político.
- El presidente sirio, Bashar al-Assad, culpa a la política de los Estados occidentales, entre ellos Francia, de contribuir a la expansión del terrorismo. ¿Tiene razón?
- El problema central que tenemos en este minuto es que no podemos confundir lo que es una táctica, con la guerra en sí. Ese error ya fue cometido por George W Bush el 11 de septiembre de 2001, cuando planteó la guerra contra el terrorismo. Uno no declara una guerra contra una táctica, sino que uno tiene que enfrentar a un adversario. El problema central que tiene Europa en este momento es la existencia de una guerra civil dentro del mundo árabe musulmán, en el que pareciera ser que lleva la iniciativa una facción que se denominan literalistas, es decir, intérpretes literales del Corán. Para ellos, Occidente, más que ser Occidente en sí, son infieles que impiden que prime su versión del Islam.
- ¿Qué tan cercano es que exista una guerra oficial entre una alianza occidental y el EI, tras los dichos del presidente Hollande?
- Me resisto a usar el término de guerra, sino que más bien de un problema de seguridad que va a ser permanente. Pero (el conflicto) ya está y se está desarrollando. La duda es la intensidad que Occidente está dispuesto a desarrollar. Sin ir más lejos Francia había anunciado durante la semana el despliegue de su portaviones y las fuerzas musulmanas anti Estado Islámico también están operando.
- ¿Cuán reales son las amenazas que el Estado Islámico ha hecho a Roma, Londres y Washington? ¿Podrían ocurrir ataques similares en esas capitales?
- Evidentemente que sí, pero no es tan probable. El acto terrorista por principio no es el acto violento, sino que es el temor que surge después. El verdadero terrorismo no es el ataque, sino que el pánico a cómo esto se va a repetir. Lo que está haciendo el EI ahora es explotar el éxito, lo que no quiere decir que no lo puedan hacer, pero el tema es la competencia entre los sistemas de seguridad y la capacidad del EI.
- Para el Papa Francisco los atentados en París representan una etapa de la tercera guerra mundial. ¿Usted cree que es así?
- No creo. Eso representa de cierta manera una confusión de términos. Las guerras mundiales fueron conflictos de gran intensidad. Imágenes de la década del 40 son irrepetibles por el volumen de fuerza. Ahora son mucho más localizados. Lo que el Papa probablemente está tratando de atribuir es a la intensificación de la violencia como lenguaje social.
- ¿Cree que es posible que las democracias occidentales se puedan proteger del terrorismo yihadista sin renunciar a sus principios más esenciales, como las libertades personales?
- El problema es que hasta qué porcentaje se pueda dar. Si Occidente va a poder mantener la coherencia de sus funcionamientos como sociedades, creo que sí. Pero también es cierto que trágicamente este tipo de atentados van a ser recurrentes. Al mismo tiempo, Occidente no puede desentenderse, y eso en un grado creciente involucra a los latinoamericanos, de mantener un sistema internacional en los mínimos aceptables. Implica asumir con seriedad el terrorismo. Por ejemplo, no es posible el bochorno argentino respecto al atentado de la AMIA, donde hay sospechas bastante profundas respecto al involucramiento de políticos argentinos con el régimen iraní. Esto no es un juego. Lamentablemente los estados pacíficos tienen una responsabilidad.
- ¿América Latina puede declararse libre de este flagelo o hay zonas vulnerables?
- Están los atentados de la AMIA. Que esa amenaza no tenga la intensidad es otra cosa. El gran desafío de América Latina es ser clara en el respeto de un mínimo institucional. Bajo ningún punto de vista está ajena a este tipo de ataques. Que no haya vuelto a ocurrir es porque hay blancos o adversarios más cercanos e inmediatos. Pero nosotros no somos más cercano al Estado Islámico que cualquier otro estado occidental. Nosotros tenemos una visión del mundo que es incompatible con la que ellos plantean. Esto no es un juego del tercer mundo contra el primer mundo. Somos parte de un mundo interconectado.
- ¿Qué responsabilidad tiene Francia en estos ataques?
- Más que hablar de culpa, Francia tiene un problema: ser uno de los grandes bastiones de la cultura de Occidente.
"Nosotros (América Latina) no somos más cercanos al EI que cualquier otro estado occidental. Los atentados van a ser recurrentes. Esto no es un juego del tercer mundo contra el primer mundo. Somos parte de un mundo interconectado"
"Más que hablar de culpa, Francia tiene un problema: ser uno de los grandes bastiones de la cultura de Occidente"
fernando wilson, cientista político, sobre atentados en París: