Luis Miguel no es un artista fácil. Bien lo saben en la producción del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, al que vino en 2012. Según contó en su momento el ahora exdirector general del certamen, Pablo Morales, el artista "puso mil problemas" para actuar, como que el auto que utilizó tenía que estar completamente forrado en cartulina negra, entre otras curiosas peticiones.
Su actuación también estuvo llena de momentos llamativos como el hecho de apostar guardias en los costados del escenario para evitar que las fanáticas se acercaran mucho, o los problemas que tuvo con el retorno del sonido y que hizo notar durante todo el show.
Un mal año
Pero las curiosidades que caracterizan al artista, no son nada comparado con el momento que está viviendo ahora. Al comienzo de la actual gira del intérprete de "Suave" circularon miles de imágenes suyas con unos kilos de más, y se le acusó de estar en baja forma y engañar a sus seguidores con un cartel de una fotografía suya de hace 10 años. Las redes sociales lo exprimieron y Luis Miguel se convirtió en un chiste nacional. Desde entonces, los fotógrafos solo toman instantáneas en vertical.
Por si esto fuera poco, en febrero de este año hizo esperar por más de dos horas a sus fanáticos de Yucatán, hasta que finalmente los organizadores del concierto decidieron cancelar la actuación. En la oportunidad se dijo que era porque estaba en su habitación "emborrachándose y drogándose", aunque después el artista salió a desmentir la noticia diciendo que no había actuado por problemas técnicos con el avión que lo llevaría hasta la ciudad. Ese mismo mes, había agendado 12 shows en el Auditorio Nacional de Ciudad de México, y en varios de ellos entró y salió rodeado de pifias, con retrasos de 45 minutos para comenzar el espectáculo y cantando menos de una hora.
En abril, nuevamente Luis Miguel se hizo notar. Durante su presentación en la Feria de San Marcos (Aguas Calientes), el artista olvidó la letra del tema con el que empezó su presentación, y luego mientras entonaba "Será que no me amas" se sacó los zapatos, y al final del show se despidió del público dando algunas vueltas y después se dejó caer al suelo, donde permaneció algunos segundos; lo que nuevamente hizo surgir los rumores de los problemas con el alcohol que tendría el cantante.
Y esta semana volvió a la palestra, luego que tras unos 15 minutos de actuación el miércoles y jueves decidiera suspender los conciertos que tenía programado en el Auditorio Nacional.
La explicación para el primer día fue que le había sido "imposible continuar debido a los cambios de clima y temperatura que ha sufrido en los últimos conciertos", según expresó un comunicado. Sobre el que debía ofrecer el jueves, en tanto, se dijo que el cantante sufre un cuadro de rinofaringitis aguda, por lo que sus médicos le indicaron "tratamiento médico y reposo absoluto. De acuerdo a su evolución podrá regresar a sus actividades profesionales cuando sus condiciones lo permitan".
Martha Figueroa, autora de la biografía "Micky, un tributo diferente" y que ha seguido al cantante desde hace más de 25 años, dijo al diario "El País" que cree que "se está excediendo con su voz y eso le ha pasado factura. Antes hacía más descansos y ahora, no sé si por problemas económicos, está dando demasiados conciertos. Lo del Auditorio ha tenido que ser un problema vocal", y responsabiliza a su manager Daniel González de los problemas.
Por si fuera poco, el artista ha enfrentado dos demandas en su contra. Una de ellas habría revelado que sufre de tinnitus, un problema auditivo que lo puede dejar sordo.
En Chile
Todos estos hechos, sin embargo, comprueban que el astro de 45 años no está pasando por su mejor momento (ver nota relacionada), Esto sumado a su problema de saluda genera dudas respecto a si podrá cumplir sus próximos compromisos, que incluyen tres conciertos en Chile: 30 de noviembre y 1 de diciembre en Santiago, y 2 de diciembre en Viña del Mar.
Hasta ahora no se ha anunciado ninguna cancelación de los espectáculos, y al contrario la venta de entradas sigue en pie.
Y si bien, cada venida de Luis Miguel se caracteriza por agotar rápidamente las entradas, su presencia este año no ha generado tanto interés, ya que quedan varios sectores libres para los tres conciertos. Ahora habrá que esperar si el azteca se siente bien para viajar, y si no sorprenderá con alguna de sus tantas polémicas en su nuevo paso por Chile.