Científicos explican por qué suenan los nudillos y desmitifican que haga daño
A algunos les provoca asco y otros no pueden evitar hacerlo. Pero hasta ahora, nadie había podido explicar con certeza por qué suenan como un crujido los nudillos de las manos.
Eso es lo que quiso explicar un grupo de científicos de la Sociedad Radiológica de América del Norte, que llevaron a cabo una investigación para dar una explicación a ese particular sonido.
Anteriormente algunos dijeron que se producía por la acomodación de las articulaciones o por el desplazamiento de un tendón. La tesis que había sido más ampliamente aceptada, era la que decía que el ruido era producido por burbujas de dióxido de carbono que aprecian en el líquido sinovial que lubrica y amortigua las articulaciones.
Para buscar una respuesta, el doctor Robert Boudin, profesor de radiología de la Universidad de California, reclutó a participantes que agrupó en dos, uno compuesto por 30 hombres y mujeres que confesaron que hacían sonar sus nudillos.
Boudin calculó los años de tronar nudillos multiplicando los años que cada uno llevaba con ese hábito, por la cantidad de veces que dijeron hacerlo por día, estimando que tenían entre 33 y 800 "años de tronar nudillos". Luego reclutó a 10 personas que no lo hacían.
Luego se les pidió a todos hacer sonar sus nudillos (de la articulación metacarpofalángica) mientras se analizó el acto con ultrasonido. Sólo en 62 de 400 intentos los nudillos crujieron.
Al observar la imagen del crujido, vieron lo que nombraron como "un flash hiperecoico brillante", que duró una milésima de segundo. Luego le pidieron a 400 expertos externos al estudio que vieran el examen y observaron ese mismo fenómeno. La cantidad de años que las personas llevaban tronando los dedos, no influyó en nada en la aparición del flash.
"Estamos seguros de que el sonido de crujido y el flash luminoso en la ecografía se relacionan con los cambios dinámicos en la presión asociados con una burbuja de gas en la articulación", dijo Boudin sobre lo que explica el sonido, aunque no supo decir si es causado por la formación de una burbuja o por el estallido, aunque se inclinó por esta última opción.
Lo que sí pudo determinar con certeza, es que para desgracia de aquellas personas a las que esta conducta las pone nerviosas, hacer sonar los nudillos no tendría ningún efecto negativo, ya que no se observó ni hinchazón ni dolor durante o después de observar el controvertido gesto.