Advertencia sobre Caleta Abarca
Experimentado buzo que dirigió los trabajos de retiro de fierros del sector, estima que aún existen peligrosos roqueríos a unos dos metros de la orilla con marea baja.
Un prestigioso buzo profesional de nuestra zona, ha advertido que subsisten los riesgos para los bañistas en la playa de Caleta Abarca, pese al trabajo que se realizó para eliminar fierros y materiales que formaron parte del muelle y astilleros que funcionaron hasta principios del siglo pasado en ese lugar. El director de la ONG URS, Unidad de Rescate y Salvamento, Johan Flores, quien precisamente encabezó su equipo encargado de limpiar el fondo marino de esa zona y eliminar los fierros y escombros que afloraron en sectores de la playa, a raíz de las marejadas del temporal que afectó a nuestro litoral el pasado 8 de agosto, estima que aun persisten riesgos, particularmente con restos de roqueríos.
El retiro de fierros y otros elementos peligrosos, se realizo a satisfacción de las autoridades y de los propios equipos de buzos que participaron en las faenas, pero a juicio de Flores, aún quedan piedras o restos de roqueríos peligrosos, muy cerca de la orilla, precisando que con marea baja, están a solo dos metros, por lo que revisten un serio y real peligro para las personas que se aventuren a penetrar en el mar en los sectores riesgosos.
Las advertencias de este experimentado buzo, que ha realizado diversos trabajos de limpieza del fondo marino, y que incluso está participando en la recuperación de las playas Torpederas y San Mateo, además del sector Barón, no deben ser desatendidas, teniendo en consideración que mañana se iniciará oficialmente la temporada de playas en nuestro litoral y que solo tres de ellas han ido declaradas como no habilitadas: Los Placeres, Cochoa y Playa Negra.
Una situación bastante parecida experimentó hace 50 años la misma playa de Caleta Abarca, ya que a raíz de los recios temporales de ese invierno, afloraron los restos del complejo industrial de la firma Lever y Murphy, que incluso contaban con una maestranza en la que se realizaron importantes trabajos para ferrocarriles y de vialidad a través de todo el país. En esa oportunidad, como recordábamos, año 1965, también quedaron a la vista y a flor de agua vestigios del muelle y los astilleros, aunque no obstante, los trabajos de despeje, tal como ha quedado demostrado ahora, a lo mejor no fueron suficientemente acuciosos porque no se contaba con tecnologías más avanzadas y más precisas para detectar los sectores de riesgo.