Caleta Portales es la playa favorita tras la agitada noche de año nuevo. Temprano o a mediodía, miles de personas acuden a la tradicional caleta porteña para recuperar fuerzas con un mariscal de sus restaurantes, comprar sus propios ingredientes en los botes anclados en la explanada junto al muelle o descansar sobre la arena. Muchos simplemente nunca dejaron el balneario. Tras ver el espectáculo de fuegos artificiales en este punto privilegiado de la bahía porteña, armaron carpas y pasaron la noche. Otros, madrugadores, usan Caleta Portales como el punto de descanso en sus rutinas de running.