"En política hemos fallado en poner temas que aúnen criterios y con visión más compartida"
Transcurridos cuatro meses y medio desde que asumió la jefatura de la Intendencia Regional y 15 años desde su primera administración como máxima autoridad de Valparaíso, Gabriel Aldoney reconoce que el nuevo escenario que debió enfrentar ha sido complejo y que la política contingente ha cambiado en relación a su anterior gestión.
El ingeniero acota que no le gusta hacer comparaciones ya que "no es útil" y los análisis los debe hacer "en función de lo que estoy viviendo hoy".
Argumenta que, en su retorno a un cargo público, en una época donde arrecian las críticas a la clase política y con una ciudadanía muchos más empoderada y demandante, "yo sabía que esto sería difícil. Si me preguntas ahora, creo que la cosa es más compleja de lo que yo me lo imaginé. Pero es propio de los cargos que uno asume y no se puede eludir cuestiones de esta naturaleza, por tanto hay que enfrentarlo, y enfrentarlo con optimismo porque de lo contrario las cosas no funcionan".
-¿Qué ha sido lo más complejo en estos cuatro meses de gestión en el Gobierno Regional?
-Lo más difícil es que estamos pasando por un momento muy entrópico y una falta de ideas a nivel transversal. Hay que levantar la vista y mirar un poco más hacia adelante, no nos damos cuenta que nuestra región tiene una gran potencialidad y podríamos estar mucho mejor. Esa cosa de no ser capaces de ponernos de acuerdo, de entender que las cosas que no pueden ser 100% como uno quisiera. Para que las cosas avancen uno tiene que ser capaz de ceder en algo, comprender que hay ciertas situaciones que son así porque de esa forma permite que otros puedan estar incorporados en lo que uno quiere. Veo mucho eso en Valparaíso y Viña, aquí poco se sabe del proceso que se está dando en el interior, en Petorca por ejemplo, donde la gente tiene una opinión crítica pero también constructiva de buscar fórmulas. Los niveles de solidaridad que se muestran en el ámbito de la sequía, incluso los servicios públicos actúan con criterios más eficientes y más activos de lo que ocurre aquí.
-¿Por qué cree que surgen estos ripios para que las políticas fluyan más rápido y de acuerdo a las expectativas de la gente?
-Creo que influye mucho la vida actual. Estamos viviendo en ciudades que son más estresantes, la gente está obligada a trabajar mucho. El país en general está enfrentando situaciones que aumentan el grado de inseguridad, de crispación, ello influye en la inseguridad que se observa en el ámbito económico, el propio hecho de haber vivido tantas emergencias este año, las mismas inseguridades que los procesos de reforma traen consigo. Esas cuestiones influyen más en las grandes ciudades. En la política regional hemos fallado en poner ciertos temas que aúnen criterios, que busquen fórmulas que agrupen ciertos conceptos, esa es la razón por la cual hemos lanzado lo que algunos han nombrado como ejes -que suena un poco pretencioso- más bien iniciativas tendientes a crear instancias donde podamos compartir ideas y comprometernos con proyectos e iniciativas que sean comunes. Espero que esta forma de trabajar vaya generando un espacio que nos permita tener instancias donde estos temas se discutan y resuelvan para tener una visión más compartida de lo que hay que hacer en la región.
-¿Los partidos locales le han ayudado a plasmar las políticas de Gobierno o más bien se lo han dificultado?
-Que me lo hayan dificultado, no. Pero echo de menos que, en general, los partidos políticos no tengan propuestas que encarnen una orientación o cierto sentido de lo que la región pueda ser y en eso nos falta mucho. Sé que en eso tengo una responsabilidad, pero también me queda un periodo relativamente corto.
-¿Concuerda en que este estancamiento ha generado que no existan iniciativas visibles en esta zona, al contrario de lo que ocurre al interior de la región? En Valparaíso y Viña la gente nota que no hay mayores avances desde que dejó el gobierno Piñera y asumió Bachelet, ¿no le preocupa eso?
-Es evidente de que una de las causas que genera esta situación es algo que se viene incubando desde hace mucho tiempo. Siempre pongo como ejemplo la Cuarta Etapa de avenida España, que fue el resultado de un concepto que se tenía de cómo resolver los problemas de la región, que surgió cuando estaba Patricio Aylwin, después el Presidente Frei generó un Plan para Valparaíso con la limpieza de las playas y la construcción del emisario. Había un concepto de grandes obras, porque habían 3 o 4 puntos en los que todos coincidían que tenían que pujar. Me he sorprendido al llegar aquí que hay iniciativas, pero que van a resolver problemas muy puntuales, no de las que generen desarrollo, que son cosas muy distintas. Cuando uno resuelve el problema del alcantarillado en Horcón o Loncura, se resuelve un problema social que en el siglo XXI no debería existir. La pregunta es si efectivamente damos el salto, pero en este lado de la región no encuentro que tengamos eso. En Viña del Mar tenemos un proyecto muy importantes en el área privada, en el sector de las petroleras, con un nuevo polo inmobiliario. En Valparaíso, en el ámbito público existen dos proyectos que ha costado llevarlos a cabo, como son Puerto Barón y el Terminal 2, cuestionados por un sector, pero su ejecución tendrá una repercusión evidente en la economía local. Algunos critican que afecta el patrimonio, pero eso hay que compensarlo con el deseo que tiene la población para que se generen fuentes de trabajo y de desarrollo. Cómo hacemos para que, en esta pelea en Valparaíso entre los patrimonialistas y los desarrollistas, se dialogue para lograr un equilibrio. Por eso formamos la Comisión de Desarrollo Patrimonial que está trabajando estos temas.
-¿Cómo se puede revertir eso?
-Uno de los grandes problemas que hemos abordado en la Comisión de Movilidad son precisamente obras que nos permitan que, esta parte de la región, funcione de forma más eficiente para hacer más atractiva la llegada de inversión. Si no resolvemos el tema de la congestión que se nos está produciendo hacia Valparaíso, Viña y Quilpué, será irreversible o se tendrán que hacer inversiones muchísimo mayores para solucionarlo. Si no trabajamos en conjunto con Quillota o Calera, donde muchas personas han optado por vivir pero trabajan en Valparaíso, desaprovechamos una tremenda potencialidad que la región tiene. Aspiramos a ponernos de acuerdo en 2 o 3 proyectos que efectivamente generen un cambio.
-¿El gabinete regional ha estado a la altura de acompañarlo en esta fase de despegue?
-Cuando llegué tenía que optar entre continuar con un periodo de desajustes y toma de decisiones, que no necesariamente dependían de uno, u ordenar el equipo y partir. Cuando uno dice que siempre está evaluando, la gente se imagina que va a echar a alguien y no necesariamente es así. El director de orquesta soy yo y cuando veo que algún seremi anda descuadrado lo llamo y trato de orientar y eso es evaluación. El tema más complejo que había en la región se radicaba en el Serviu y eso está resuelto. Estamos montando la estructura para estos ejes de más largo plazo. Como en todas las cosas, hay algunos que están mejor que otros, iremos viendo cómo hacemos esos ajustes. Yo soy muy autocrítico y tenemos muchísimo que mejorar todavía, y entre otras cosas, mejorar mucho más la relación con la gente.
"Echo de menos que los partidos políticos no tengan propuestas que encarnen una orientación o cierto sentido de lo que la región pueda ser"
"Me he sorprendido al llegar aquí que hay iniciativas pero que van a resolver problemas muy puntuales, no hay iniciativas que generen desarrollo"
"En Valparaíso existen dos proyectos que ha costado llevarlos a cabo, como son Puerto Barón y el Terminal 2, cuestionados por un sector, pero su ejecución tendrá una repercusión evidente en la economía local"
entrevista. Gabriel aldoney, intendente de Valparaíso: