Juan Carlos Moreno A.
En Santiago Wanderers Sociedad Anónima Deportiva nada será igual luego de la reunión de accionistas del pasado miércoles 13 de enero. La cita fue convocada por Nicolás Ibáñez luego que el empresario advirtiera que no estaba dispuesto a seguir apoyando económicamente a la institución.
Su determinación sigue provocando intensos remezones en Valparaíso.
Luego que el controlador de la empresa golpeara la mesa con la autoridad que le entrega el 77,25 por ciento de la propiedad del club (según la memoria 2014), la urgencia de recortar los gastos es imperiosa en el Decano.
Y en esa tarea, el arribo del ingeniero comercial Miguel Bejide a la vicepresidencia del directorio es clave. El dirigente hoy posee facultades que rozan la de un gerente general o, derechamente, de un interventor impuesto por el máximo accionista. Un trabajo que ya desembocó en los despidos de dos altos ejecutivos (Roberto López y Juan Gutiérrez) y el recorte de dineros dispuestos para ítems tan diversos como son la concentración del primer equipo en los encuentros que no sean de Clase A, la ausencia de refuerzos para el vestuario que lidera Alfredo Arias o la mínima entrega de implementos deportivos a los mismos futbolistas.
Sin embargo, hoy el mayor problema de la mesa que preside Jorge Lafrentz, según público reconocimiento del mismo mandamás de la S.A., es de liquidez. ¿Cómo solucionarlo? Al cierre de esta edición, importantes personeros de la sociedad anónima se reunieron con algunos jugadores para solicitarles un "esfuerzo" bastante especial: la idea de los regentes es que los sueldos más altos de la plantilla acepten parcializar la cancelación de sus remuneraciones. No se trata de una rebaja de las cantidades estipuladas en sus contratos, pero sí que el pago se haga prácticamente en cuotas, con plazos que llegan hasta el segundo semestre de 2016 y, en algunos casos, hasta el próximo año.
Las conversaciones se sostendrán (con algunos algunos ya se llevaron a cabo) con Ezequiel Luna, Mauricio Prieto, Álvaro Ramos, Carlos Muñoz y Mauricio Viana, mientras que a David Pizarro algo se le adelantó en la previa de su viaje a Italia para recuperarse de la dolencia que lo mantiene marginado de las canchas.
Recorte de millones
El vicepresidente caturro, Miguel Bejide, se excusó ayer de hablar respecto de su actual función en Santiago Wanderers, explicando que la "voz oficial" de la sociedad anónima la sigue teniendo el presidente Jorge Lafrentz. Sin embargo, adelantó que estará presente en la reunión de directorio programada para esta tarde, desde las 15.30 horas, en las oficinas del Decano en la Estación Puerto.
Por estas horas el ingeniero comercial junto a Gonzalo Serrano y un grupo de abogados enviados por el propio Nicolás Ibáñez, trabajan de manera acelerada por hacer calzar los gastos con los ingresos de la institución, pendientes de los inconvenientes de liquidez que mantiene el Decano y de lo que debe ser la cancelación de mil 66 millones de pesos al 1 de julio por concepto de préstamos realizados por la Fundación Futuro de Valparaíso al club en la temporada 2015. Pese a los plazos establecidos, trascendió durante la semana que Ibáñez estaría dispuesto a extender el plazo de pago al comprobar en terreno los ajustes que se están realizando, especialmente, a nivel administrativo.
Las cifras que hoy se manejan en torno a Santiago Wanderers para calzar egresos con ingresos son tan llamativas como inmensas para la historia de la institución.
Por ejemplo, los despidos del gerente Roberto López y de Juan Gutiérrez (director deportivo) le significan al club un ahorro de casi 180 millones de pesos al año.
En lo futbolístico, el cuerpo técnico que lidera Alfredo Arias es menos costoso que el de Emiliano Astorga, lo que en números, se traduce en casi 10 millones menos cada 30 días.
Sin embargo, donde más se notará el recorte presupuestario (casi 50% del actual) es en la conformación del plantel para la segunda parte del 2016, ya que son varios los sueldos importantes que terminan contrato y que de no adecuarse a la nueva realidad de Santiago Wanderers deberán buscar mejores horizontes.
Además, será la oportunidad para llevar a cabo dos tareas que para Nicolás Ibáñez y sus asesores están pendientes, y que son una buena manera de equilibrar el pasivo con el activo: la apuesta por la gente joven que proviene de la cantera y la venta de algún jugador, más aún luego de saberse que desde la "U" existe interés por Franz Schultz y Ronnie Fernández.
160 mil dólares por el 20% de Ubilla
En las próximas semanas debe concretarse por parte de Universidad de Chile la cancelación a Santiago Wanderers de 160 mil dólares, luego que los azules descartaran el traspaso de Sebastián Ubilla a Newell's Old Boys en 800 mil dólares. Al momento de ser vendido por los caturros a los universitarios, se estipuló que en poder de los verdes quedaba el 20% del pase atacante nacido en Quilpué y que los laicos debían pagar una indemnización en caso de desechar una oferta concreta, como la de los argentinos. Al interior del Decano se asume que los recursos irán de manera directa al fondo con que se pretende pagar a Nicolás Ibáñez los 1.066 millones de pesos prestados por la Fundación Futuro de Valparaíso a los caturros.
1.066 millones de pesos es la cantidad que Wanderers debe devolver a la Fundación Futuro de Valparaíso.
200 millones de pesos es el costo de la actual planilla del Decano que hace frente al torneo de Clausura.
77,25% de las acciones de la S.A. que concesiona a Wanderers está en poder de Nicolás Ibáñez.