Las ventas registradas por el comercio minorista en nuestra región no son nada de auspiciosas, pues se registró el segundo crecimiento más bajo en la última década, lo que anticipa, según los expertos, que este año también será un año muy difícil, según las tendencias observadas. De acuerdo con el estudio mensual que realiza la Cámara Nacional del Comercio, en el 2015, la expansión de la actividad solo fue de un 2,4 %, siendo la segunda más baja de la década después del escuálido porcentaje de un 2,1 % registrado en el año 2012. Aparte de los problemas que estos magros resultados puedan generar en los propios comerciantes del sector, representan un reflejo de nuestra actual situación económica, ya que el comercio minorista es un reflejo muy fiel de nuestra realidad económica, es el que más se resiente en procesos difíciles como los que está viviendo nuestra economía.
El juicio dado por la gerenta general de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso, Marcela Pastenes es bastante ilustrativo de este sombrío panorama, quien estima que no es muy auspicioso, pues los bajos niveles de inversión, la desaceleración de la actividad económica, una débil demanda interna y la volatilidad de los mercados son algunos de los factores que nos indican que no habrá n cambio de tendencia para el 2016 y, probablemente, tendremos que enfrentar un mínimo en un escenario no muy distinto a los resultados del 2015. Pese a que en los últimos cuatro meses del pasado año se evidenció una tendencia positiva, ello no es suficiente para vaticinar mejores tiempos, puesto que con crecimientos débiles y por debajo de las alzas evidenciadas a principios de año.
Debido a las febles condiciones estructurales de nuestra economía regional, solo habría que confiar para algún repunte en las condiciones generales del país, y en particular en nuestra región, y que se materialicen algunas importantes inversiones públicas que el año pasado quedaron postergadas por problemas de carácter administrativo o de ineficacia, como la abortada remodelación de la avenida España y de otras relevantes obras públicas. También se requiere reforzar las condiciones de confianza, para lograr incentivar inversiones por parte del sector privado, y en particular de las pequeñas y medianas empresas .