A los placeres propios del verano se asocia un indeseable invitado: el delito. El aumento de población va acompañado de una suerte de "turismo delictual" que afecta tanto a residentes como a visitantes de los lugares de mayor atracción estival. Y es lo que está ocurriendo, precisamente, en Concón, donde muchos de cuyos sectores residenciales se han visto afectado por robos y asaltos, lo cual tiene, lógicamente, alarmados a los vecinos.
Éstos han reaccionado organizándose, lo que es una buena medida que, en parte, permite afrontar a los delincuentes.
Sin embargo, pareciera que hay flancos abiertos, como es la escasa dotación policial en una comuna que rápidamente ha aumentado y sigue aumentando en población y extensión urbana. Esta expansión, en teoría, debería ir acompañada de mayor dotación y presencia policial.
Por otro lado, hay que considerar la "tecnificación" de la delincuencia que, de acuerdo a informaciones de afectados dadas a conocer a este Diario, desactivan los sistemas de alarma, actuando sobre los puntos vulnerables de esas redes. Ese hecho llama a que las empresas de seguridad, que cobran altos valores por sus servicios, actualicen sus sistemas de acuerdo a nuevas realidades y en coordinación tanto con sus clientes como con los órganos policiales.
También se debe tener en cuenta dentro de este cuadro el "perfeccionamiento" de los delincuentes ya que éstos actúan movilizados, debido a lo cual les es más fácil transportar los bienes robados, eludir la acción policial y la reacción de los vecinos.
Se suma a este cuadro la violencia con que actúan los delincuentes quienes usan armas de fuego y no dudan en enfrentar a sus víctimas e incluso a la policía. Y justamente en la madrugada de ayer lunes, esa conducta violenta cobró la vida de una persona que intentó repeler un asalto en la comuna capitalina de La Florida.
Por todo lo señalado es lógico que la comunidad, tanto de Concón como de otros lugares, pida una mayor presencia policial y, a la vez, exija medidas consistentes de prevención del delito y de disuasión de los antisociales.
La lucha contra el delito tiene muchos frentes, pero lo básico para conjurarlo es la coordinación de todos los sectores, de los vecinos, las policías, los tribunales y también de quienes tienen responsabilidades en el Ejecutivo y en el Parlamento, los que a través de disposiciones legales deben reforzar los marcos jurídicos que protegen a las personas, a sus bienes y a sus actividades.