El año de la productividad
El pasado martes 26 de enero la Presidenta dio inicio a lo que ha llamado el Año de la Productividad; durante el 2015 conocimos la Comisión creada por la Confederación de la Producción y el Comercio para proponer políticas publicas que mejoren la productividad de nuestra economía como asimismo la Comisión Asesora Presidencial de Productividad. Y ¿por qué esta preocupación ahora?
Porque nuestra economía muestra que la productividad en Chile está muy mal en comparación con otros países, constituyendo la principal brecha existente entre nuestro país y economías más desarrolladas. La productividad -aquél nexo que existe entre aquello que hemos producido y los medios que hemos utilizado para obtenerlos- es por lo tanto un resultado de factores, como el capital, el trabajo pero también la eficiencia, la capacidad de innovación, la tecnología, por lo tanto, cuando hablamos de productividad, nos estamos refiriendo a la eficiencia con la cual utilizamos cada uno de estos factores.
Por ello, hoy, cuando apreciamos un descenso en la inversión y, por lo tanto, en el aporte que realiza a la productividad el factor capital, mejorar los otros factores mencionados es primordial.
En este aspecto es preocupante que según el informe de perspectiva de empleo 2015 de la OCDE, nuestro país se encuentra en los primeros lugares en cuanto al número de horas trabajadas -de un promedio de 7.5 promedio diarios- y en el penúltimo lugar de productividad entre los 38 países que fueron encuestados, esto es que no producimos suficiente, cifras que claramente constituyen un desafío nacional para idear proyectos pro eficiencia que optimicen la calidad del aporte del recurso humano.
Sin embargo, lamentablemente en la ceremonia a que hacemos mención del martes 26 no se hizo referencia a medidas que específicamente sean destinadas a incrementar o potenciar la productividad. Efectivamente, se anunciaron algunos proyectos tales como la creación de de un fondo de infraestructura por nueve mil millones de dólares, una línea de crédito de Corfo por 300 millones de dólares anuales, con los cuales se espera brindar apoyo a alrededor de 300 empresas al año, proyectos de capacitación por parte de Sence, se promoverá la diversificación de las exportaciones como asimismo se propone mejorar la gestión del Estado, creando una plataforma electrónica para trámites notariales y de conservadores.
En general, en los anuncios se echa de menos propuestas para fortalecer la institucionalidad de las ciencias, creación de estructuras que fomenten la innovación y, sobre todo para cada uno de los proyectos que se anunciaron, una medición real de costo-efectividad sobre el aumento en la productividad al que se aspira.
Joaquín Godoy Ibáñez
Diputado