Detectan por primera vez las ondas gravitatorias de Albert Einstein
HITO. Para los científicos, el hallazgo supone abrir una "nueva ventana al Universo".
La astronomía abrió ayer una nueva ventana al Universo al anunciar uno de esos hitos científicos que se esperan durante décadas: la primera detección directa de las ondas gravitatorias que predijo Albert Einstein hace 100 años en su Teoría de la Relatividad General.
La existencia de estas oscilaciones era la última predicción realizada por el físico alemán en su teoría de 1915 que no había sido demostrada de forma directa.
En una multitudinaria conferencia de prensa en Washington, los científicos del observatorio estadounidense de interferometría láser (LIGO, por sus siglas en inglés) pusieron fin a meses de rumores y gran expectación entre la comunidad investigadora ante un hallazgo que abre la puerta a redescubrir el Universo, esta vez, sin necesidad de la luz.
"Señoras y señores, hemos detectado las ondas gravitacionales. Lo hemos conseguido", anunció con orgullo el director ejecutivo del laboratorio LIGO, David Reitze, que recibió una gran ovación en una sala repleta.
"Hemos tardado meses en ver que realmente eran las ondas gravitacionales. Pero lo que es verdaderamente emocionante es lo que viene después, abrimos una nueva ventana al Universo", añadió. El hito de LIGO es doble: se trata de la primera detección directa de ondas gravitacionales y de la primera observación de la fusión de un sistema binario de agujeros negros.
Las ondas fueron detectadas el 14 de septiembre pasado por los dos detectores de LIGO, uno localizado en Livinsgton (Luisiana, EE.UU.) y otro en Hanford (Washington). Las ondas gravitatorias contienen información sobre sus orígenes y sobre la naturaleza de la gravedad que no pueden obtenerse de ninguna otra manera.
Los físicos concluyeron que las ondas gravitacionales detectadas se produjeron durante la fracción final de un segundo de la fusión de dos agujeros negros en uno más masivo. Esa colisión de dos agujeros negros había sido predicha, pero nunca observada.
El choque ocurrió a una distancia de más de mil millones de años luz, de manera que los detectores de LIGO observaron un evento que ocurrió en un tiempo y una galaxia muy lejanos.
"Nuestra observación de las ondas gravitacionales cumple con un ambicioso objetivo establecido hace cinco décadas para detectar de manera directa este fenómeno y entender mejor el Universo", explicó Reitze.
"Además, completamos el legado de Einstein en el centenario de su Teoría de la Relatividad General", agregó.
Einstein descubrió en su Teoría de la Relatividad General que los objetos que se mueven en el Universo producen ondulaciones en el espacio-tiempo -una especie de tejido en el que se desarrollan todos los eventos del Universo- y que estas oscilaciones se propagan por el espacio. Predecía, así, las ondas gravitacionales, aunque demostrar de manera directa su existencia era el último reto pendiente de la Relatividad.
Este hallazgo abre una nueva puerta en la astronomía, debido a que esta ahora los científicos se han valido de diferentes formas de luz (ondas eletromagnéticas) para observar el Universo.
Las ondas gravitacionales transportan información acerca del movimiento de los objetos en el Universo, y se espera que permitan observar la historia del Cosmos. Según explicaron los científicos, gracias a las ondas gravitacionales se pueden entender los mecanismos por los que suceden algunos de los sucesos más violentos del Cosmos, como las colisiones entre agujeros negros y las explosiones de estrellas. Con su detección incluso se podría llegar a estudiar lo que pasó un milisegundo después del Big Bang.