Pamela Boltei
Antonio García Irusta (66), fundador y dueño de Cinturones García Irusta, empresa anclada en Viña del Mar, falleció el miércoles por un cáncer al estómago que fue detectado hace seis meses.
El empresario, que forjó su reputación en la Ciudad Jardín, tuvo su funeral ayer en la tarde en el Cementerio Parque Del Mar, en Concón, y al lugar asistieron familiares, amigos y viñamarinos que quisieron expresar su cariño.
La historia del imperio de los cinturones de cuero García Irusta, que vistió desde Felipe Camiroaga, varios rostros del matinal Buenos Días a Todos hasta al ex Presidente Ricardo Lagos, surgió hace 37 años, cuando un joven recién salido del colegio y recién llegado de Argentina -lugar donde vivió desde los 12 años- decidió incursionar en el mundo de la artesanía en cuero.
"Fue una persona muy cercana, que nos dejó una enseñanza a todos los que trabajamos con él. Fue una persona muy trabajadora. De hecho, él partió de cero con su empresa, partió como un artesano y de a poquito fue formando su empresa. Construyó su fábrica, luego la amplió. Tenía muy buen gusto para diseñar", dijo su compañero de trabajo y amigo, Juan Tenorio, asesor administrativo de la empresa.
La primera sede estuvo ubicada en 6 Poniente, donde actualmente está el restaurante El Austriaco. Luego se construyeron varias sedes: una en avenida Marina, otra más pequeña en San Martín, dos en Santiago, una en Mendoza y, la última y que aún funciona, en Camino Internacional.
"Él llegaba todos los días a trabajar, no faltaba nunca", confesó Tenorio, quien relató también que "a él siempre le gustó la artesanía, el cuero, y venía con la idea de ser artesano. Empezó haciendo unas chalitas para mujer y unos morrales y carteras chicas que vendía en la feria. Así partió, con esas ganas y con el apoyo de su padre, don Antonio. Lo que él hacía no existía, una artesanía de cuero fina". Luego se fue mostrando a las grandes tiendas, vendiendo sus productos y también operando con otras marcas del retail.
Constanza García, una de sus dos hijas, se hará cargo de la empresa, aunque hace tiempo ya estaba trabajando con él. "Mi papá era una persona con mucha energía, súper simpático, súper rápido de mente, a veces no tenía mucho filtro para decir lo que pensaba y la gente pensaba que tenía un sentido del humor súper particular, muy sociable y apasionado por lo que hacía. El negocio de los cinturones partió porque cuando hacía las chalitas en la artesanía le sobraban tiras, así que decidió ponerle hebillas para no perderlas, y ahí se dio cuenta que le rendía más hacer cinturones. Como tenía tan buen gusto, innovó en el tipo de cinturón. Recuerdo uno con una aplicación de veleros, y 20 años después se lo vi a un amigo... me encantó".
Familia de inmigrantes
Nélida Fernández Mugurusa, prima en segundo grado de Antonio García Irusta, explicó el origen de la familia. "Todos eran de Asturias, y la bisabuela del "Toño" se vino a Argentina, porque habían estado en Cuba, pero perdieron todo y volvieron a España. Mi abuela se quedó viuda con 5 hijos y tenía una hermana que se llamaba María Jesús Pelaes de Fernández y se fue con ella. Tuvo dos hijos, Osvaldo y Antonio García Fernández, y este último era papá del "Toño". Él era una persona muy buena, muy trabajadora, adoraba a su mujer y a sus dos hijos, y ahora a sus nietos. Él seguía funcionando hasta hace tres semanas, siempre tuvo mucho ánimo. Luego se empezó a cansar y se internó en la clínica".