La jubilación tiene efectos positivos, según un estudio
RETIRO. La investigación concluyó que las personas que dejan de trabajar tienen más tiempo para cambiar rutinas dañinas para el organismo.
La jubilación no es una etapa sencilla para algunos adultos mayores, sea de manera tajante o gradual. Incluso hay casos en los que la salud se deteriora con más rapidez, aunque en otros se opta por una vida tranquila y de cuidado.
Un estudio dirigido por la Universidad de Sidney (Australia) dio cuenta de los beneficios que puede tener el retiro, siempre y cuando las personas opten por llevar una vida más activa, dormir mejor y reducir el sedentarismo.
La investigación, publicada en Journal of Preventative Medicine, consistió en seguir los hábitos cotidianos de 25 mil australianos mayores de edad. Se revisaron aspectos como la dieta, el nivel de sedentarismo, el consumo de alcohol y los patrones de sueño.
"Nuestra investigación reveló que la jubilación se asoció con cambios positivos en el estilo de vida", indicó Melody Ding, autora del estudio.
Respecto de los resultados, la especialista indicó que "en comparación con las personas que todavía trabajan, los jubilados habían aumentado los niveles de actividad física, redujeron el sedentarismo, fueron menos propensos a fumar y tenían los patrones de sueño saludables".
A juicio de Ding, la jubilación es una "gran ventana" para cambiar los estilos de vida que se llevaban mientras la persona trabajaba. "Es una oportunidad para deshacerse de las malas rutinas y diseñar nuevos comportamientos más saludables", sostuvo la investigadora.
Tener más tiempo
Los datos recopilados por el equipo de Sidney mostraron que la actividad física se incrementó por 93 minutos a la semana, mientras que el sedentarismo disminuyó 67 minutos en el mismo periodo.
La cantidad de tiempo dedicado al sueño también aumentó, con un crono adicional de 11 minutos por día. En cuanto a los vicios, el 50% de las mujeres dejó de fumar.
El estudio arrojó diferencias significativas, incluso cuando se tomaron en cuenta factores como la edad, sexo, si la residencia era urbana o rural, estado civil y nivel educativo. Sin embargo, no se encontró una asociación significativa entre la jubilación y el consumo de alcohol, frutas y verduras.
"Los cambios de estilo de vida fueron más pronunciados en las personas que se retiraron después de trabajar a tiempo completo", subrayó Ding. "Cuando la gente está trabajando y se desplaza, come en grandes cantidades fuera del día. Cuando jubilan, tienen tiempo para estar físicamente activos y dormir más".
La investigadora y su equipo detectaron que personas que presentaron mayores niveles de sedentarismo fueron las de zonas urbanas y que tuvieron mayores niveles educativos.
En un plano personal, la inspiración de Ding para realizar el estudio tuvo un origen familiar. "Mi madre aún vive en China y tienen jubilación obligatoria para las mujeres a los 55 años. Cuando cumplió los 55, estaba muy preocupada por dejar de trabajar. Sentía que no era tan valiosa", manifestó la científica.
El estudio plantea políticas públicas
Ding aspira a que existan políticas públicas para evitar el temprano deterioro de la salud tras el retiro. "La jubilación es un buen momento para que los médicos hablen con sus pacientes acerca de hacer cambios positivos de estilo de vida que podrían añadir años. Los resultados sugieren que los profesionales de la salud y los políticos deberían considerar el desarrollo de programas especiales para que los jubilados saquen provecho de las transiciones de salud a través del retiro", argumentó.