"Fue un error eliminar el voto obligatorio; Chile no estaba preparado"
En medio de la discusión del proceso constituyente, que ha vuelto a poner en el tapete la discusión sobre la obligatoriedad del voto, el senador RN y miembro de la Comisión de Constitución, Francisco Chahuán, ingresó un proyecto que busca justamente reponerlo. Se trata, remarca, de una propuesta transversal -ya que cuenta con la firma de un representante de cada bancada- que intentará relevar este debate en el Congreso y en la opinión pública.
- ¿Por qué volver al voto obligatorio?
- Hay una crisis de legitimidad muy importante en el país y una crisis de confianza que no se resuelve, lo tengo claro, con reponer el voto obligatorio.
- ¿Qué se necesita?
- Un cambio profundo. En Chile se quebró el sentido de comunidad y, tal como lo hemos señalado, los niveles de confianza en el otro han disminuido en forma dramática. Había un sentido de comunidad y colaboración en las décadas de los 50 y 60 que se fue deteriorando a partir de proyectos políticos excluyentes y refundacionales. Desde el gobierno de Eduardo Frei, Salvador Allende y Augusto Pinochet. Todo esto acompañado con una cultura del metro cuadrado. Hay estudios que señalan que Chile es el segundo país más individualista del mundo después de EE.UU. A eso se suma la ausencia de un proyecto colectivo de país y una mirada de largo plazo. En su momento, cuando se debatió pasar del voto obligatorio al voluntario, yo fui uno de los que impulsé con fuerza esa idea, ya que mi objetivo era posibilitar la incorporación de cuatro millones y medio de electores que no estaban inscritos en los registros electorales.
- ¿Qué pasó entonces?
- Ha habido una dificultad: la política se está transformando en irrelevante y eso implica que los procesos de consolidación no se hayan establecido en la participación de los procesos electorales. Esto tiene un riesgo adicional y es que la comunidad del país se quede en la crítica sin dar el paso siguiente, que es la construcción del cambio social en forma activa y participativa. Entonces, yo soy de los que hace el mea culpa: me equivoqué al apoyar la idea del voto voluntario, ya que lo que ocurrió fue un aumento sin precedentes de la abstención. Y este es un tema preocupante porque hay que tener autoridades suficientemente legitimadas para realizar los procesos de cambio social en el país.
- ¿En qué sentido?
- Creo en la democracia participativa y, en ese sentido, he promovido la posibilidad de incorporar la iniciativa popular de ley, los referéndum con efecto vinculante respecto de temas municipales hasta temas de carácter nacional, la posibilidad del límite a la reelección indefinida de diputados, alcaldes y concejales y cores y tener proceso de participación directa de la ciudadanía en el desarrollo y cambio social del país. No basta con propiciar una sociedad de derechos, sino que también una sociedad de deberes. Chile va hacia políticas públicas que ponen el acento en los derechos y son silentes en los deberes.
- ¿Hay quórum en el Congreso para reponer el voto obligatorio?
- Logré que un senador de cada bancada suscribiera el proyecto que está presentado, y si bien en el Gobierno, en los ministerios, manifiestan su conformidad, su entusiasmo, su apoyo en privado, en público prefieren abstenerse de hacer comentarios porque no quieren pagar costos políticos.
- ¿No le preocupa eso?
- Creo que es mejor plantear y generar debate público respecto de esta materia, pero eso no implica necesariamente que ésa sea la herramienta para subsidiar a la política ni tampoco que automáticamente vaya a mejorar la educación cívica de los chilenos. Lo que estamos señalando es que este puede ser un elemento junto con un estándar crítico mucho más alto para la política, con más transparencia en la toma de decisiones y democratización de los partidos políticos, con educación cívica en los colegios, recordando que fue Eduardo Frei el que eliminó la educación cívica y bajó las horas de historia. Y con la fuerte posibilidad de establecer mecanismos de participación ciudadana para acercar las tomas de decisiones a la gente.
- ¿Fue un error cambiarlo a voluntario?
- Muchos plantean que fue una mala decisión y ciertamente no es popular plantear la reposición del voto obligatorio. Pero lo peor es que en este país se instale la desidia, la indiferencia, y creo que todavía estamos en estado de revertirlo. Lo peor que le puede pasar a Chile es que la política se transforme en irrelevante como motor de cambio social.
- Pero ¿la mayoría está por reponer el voto obligatorio?
-Sí, diría que sí, pero no sé si todos están dispuestos a levantar el debate público. Pero fue finalmente el proceso constituyente el que repuso el debate sobre la obligatoriedad del voto. Entonces, hay pocos disponibles para plantear el tema públicamente.
- ¿Cómo?
- Hay que avanzar por recuperar el espíritu del voto. No olvidemos que cuando se usó y se abusó de la expresión de que las votaciones eran la fiesta de la democracia, lo que hay que tratar de transmitir es que la democracia es un instrumento que debe construirse día a día. Creo en los procesos de participación permanente; la democracia no puede ser simplemente un sistema en el que se elige cada cuatro años a las autoridades públicas. Debe ser un mecanismo activo de participación social. Ese es el tema de fondo.
- ¿Es un fracaso de los discursos políticos que no trajeron votantes?
- Creo que la ausencia de educación cívica en los colegios durante un par de generaciones significó que la importancia de los procesos de participación finalmente cayeran.
- ¿Fue un mal momento para realizar el cambio?
- Creo que faltó un proceso previo de reinstalar las clases de educación cívica, recuperar las horas de historia, y tenemos generaciones que tienen menos sentido identitario. Y esta es una preocupación real. Los escándalos han generado una sensación térmica que afecta al conjunto, porque aun cuando nadie podría afirmar que estas actitudes cuestionadas nos comprometen a todos, igual se nos mete a todos en un mismo saco. Y este también es un tema complejo, delicado, donde la política ha caído en un descrédito completo.
- ¿Qué pasará con el proyecto?
- Está ingresado, está en la Comisión de Constitución y ahora dependerá de que la agenda pública dé un impulso importante luego que se haya anunciado que va a ser parte del proceso constituyente y vuelva a poner en la agenda pública la discusión de restablecer el voto obligatorio en el país.
- ¿Qué cambiaría si se repone el voto obligatorio.
- El cambio pasa por otras condiciones. Restablecer el voto voluntario per se no nos sirve. Tenemos que establecer nuevos estándares éticos en el país acompañado de un proceso de atomización del poder con una descentralización efectiva y terminar con un presidencialismo exacerbado que tiene al país ahogado. Los escándalos han herido el prestigio de la política y esperamos que no de carácter terminal.
"Soy de los que hace el mea culpa: me equivoqué al apoyar la idea del voto voluntario, ya que lo que ocurrió fue un aumento sin precedentes de la abstención"
Reforma laboral
"Quiero emplazar al Gobierno puesto que las prioridades ciudadanas no se han transformado en prioridades legislativas. Un gobierno que no cumple la palabra empeñada con las pymes y con el compromiso de incorporar 25 medidas para reconocer el carácter especial de las pymes en Chile que, finalmente, no las impulsó el gobierno, ni los senadores decés, ni la bancada propyme que se había comprometido a apoyarlas. La negociación colectiva iba a ser siempre voluntaria para las pymes, que el quórum para formar sindicatos iba a ser 25 trabajadores y no 8; que en cuanto a las readecuaciones necesarias el empleador podía disponer las adecuaciones de las funciones de los trabajadores que no estuvieran en huelga. Finalmente, lo que ha hecho el Gobierno es impulsar una reforma laboral que va a matar las pymes, minando las posibilidades de desarrollo del sector que más mueve la economía", precisó Francisco Chahuán.